La unión de partidos englobada en Drago Verdes Canarias solo consiguió representación en un municipio, San Cristóbla de La Laguna. No es un territorio cualquiera, es la tercera ciudad más grande de Canarias, y un lugar especialmente ligado a su patrimonio, la tradición y la cultura, es decir, a la identidad canaria.
Para un partido político como Drago Canarias, tener presencia en La Laguna ha sido fundamental por su ideología centrada en la identidad, por ello buena parte de sus propuestas giran en torno a esta cuestión. Las que más éxito han tenido han sido la limitación de la apertura de nuevas franquicias o la protección de los molinos de gofio, otras sin embargo, siguen sin cuajar como la limitación a los alquileres.
Identidad en disputa
Para Alberto Rodríguez, concejal lagunero y cara más visible de Drago, su partido es una expresión política institucional de la identidad canaria. Una identidad que no solo se puede ver en las manifestaciones culturales, históricas o deportivas, sino que tiene su reflejo en lo político, eso sí, avisa de que la identidad “es un terreno en disputa”.
Lo está, desde su punto de vista, por los “procesos de turistificación” y por el “incremento demográfico muy por encima de los límites soportables”. “No solo soportables en el plano físico territorial sino también en el plano cultural y en el plano identitario pues en un contexto como ese en el que la identidad está en disputa, si nosotras no defendemos los ejes que nos configura como pueblo, ¿quién lo va a ser?”.
Limitar las franquicias
Esa identidad ha protagonizado buena parte de las mociones presentadas por el grupo. Una de las que destaca Rodríguez es la moción para proteger los tres molinos de gofio del municipio. “Si nosotros no defendemos el pequeño tejido económico de toda la vida frente a la franquicia, al final perdemos esa identidad, al final nos diluimos como pueblo”, valora.
En este sentido una de las propuestas que más ha sonado es la limitación de las licencias a franquicias en el caso histórico. “Nosotros hicimos el diagnóstico, hicimos la lectura y ha sido una de las iniciativas con más apoyo popular y con más calor popular de gente identificándose públicamente sus propios negocios”, explica.
Desde su punto de vista, la proliferación de franquicias no solo afecta a la identidad sino también a la generación de comunidades. “El avance y el progreso no puede pasar porque se abran establecimientos de Burger King y McDonald's en cada esquina”, opina Rodríguez, quien apunta que su propuesta fue aprobada y el Gobierno local es quien deberá desarrollarla.
Hablar en canario
Otra de sus propuestas que generó un curioso debate en el pleno lagunero fue la que instaba al gobierno local a “hablar en canario”. La moción vino de la mano de una publicidad donde se usaba una modalidad del habla que no es propia de Canarias.
“El habla canaria está en retroceso, hay espacios en los que la identidad está en un retroceso, pero uno de los ámbitos en el que esa identidad digamos está perdiendo el partido, por así decirlo, es en el habla”.
Por ello, desde el partido insisten en que las instituciones canarias han de hacer uso del español que se habla en Canarias y abandonar lo que ellos califican como el “complejo de las instituciones” a la hora de usar palabras canarias.
Cuestión de partidos
Su bandera de la identidad también puede ser fruto de un espacio que no cubren otros partidos. A la pregunta de si creen que otros partidos no tienen esa sensibilidad con la identidad, responde que “claramente”. Lo achaca directamente a “no poner freno” a la turistificación del territorio, a la llegada “masiva” de turistas, al crecimiento demográfico del Archipiélago o a no facilitar la vivienda
“Son una serie de medidas políticas que están trabajando activamente para diluir la identidad canaria. Hacen esas políticas porque económicamente le viene muy bien y saca mucho beneficio de hacer esas políticas, pero complementariamente a eso se diluye nuestra nuestra identidad y por lo tanto, nosotros pues no nos queda otra que defenderlo”.
Nacionalismo
“Creemos firmemente además que la gente que votó a Drago nos votó entre otras cosas para que hiciéramos eso”, apunta. ¿Tiene que ver entonces el nacionalismo en la defensa de la identidad? Para Rodríguez “debería” ser así pero opina que en ninguno de los gobiernos de Coalición Canaria -nacionalista- o el PSOE -progresista- se ha defendido el habla canaria.
“No han tenido ni unos ni otros la autoestima, ya no solo como gobierno, sino como representantes populares, para defender todo esto”, valora el político, quien denomina esta posición como una “visión autocentrada”.
Apuesta transversal
En este sentido y al respecto del habla, apunta la potencia que tiene que las instituciones en lo comunicativo. Pero más allá de la cuestión de la comunicación también defiende que el habla se defienda de forma transversal, por ejemplo, en el ámbito de la producción audiovisual o literaria como la que se dio en el siglo pasado.
“No hay un empuje institucional, una línea estratégica de proyecto de país para Canarias”, defiende al respecto de ese ecosistema socializador que es el sector audiovisual. “Tenemos que tener producciones en las redes sociales, en YouTube, en TikTok, en todo donde sea, en la que se hable canario, pero no que el objetivo de la publicación sea, mira, así se habla en Canarias, sino que sea transversal”.
Rodríguez no duda al considerar que el Gobierno local de Luis Yeray Gutiérrez (PSOE) atenta contra la identidad lagunera. No cree que la cuestión del habla fuera de forma inconsciente, pero sí cree que hay medidas que sí atentan como la inauguración de un McDonald's . “Una franquicia más que se pone en el Archipiélago es un paso más que se da en el modelo económico extractivista”, opina Alberto.