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Secuaces del presunto agresor de un comensal del restaurante Tasca El Obispado de La Laguna, retenidos por la Policía Local./ AH

Un empresario con dos secuaces entra en un restaurante de La Laguna, apaliza a un cliente y se fuga

La Policía Local de La Laguna ha identificado al presunto agresor y al agredido, que presentaba lesiones leves en el momento de la llegada de los agentes

Primera hora de la tarde, Tasca El Obispado, en la calle Herradores de La Laguna (Tenerife). Tres hombres ingresan en el local. El primero viste una camiseta naranja y pantalones oscuros. Tras él, otro hombre con ropa deportiva azul, alto, rapado y musculado; y un tercero, también alto y tatuado, vestido de caqui.

Suben a la planta de arriba del local. Minutos después, bajan acompañados de un comensal que estaba con un grupo de amigos en una mesa de la estancia superior. Ya en la calle, se escuchan gritos. Uno de los camareros sale corriendo, murmurando y marcando un número en su teléfono móvil. Al salir del local, el comensal tiene un ojo ensangrentado y magullado y los tres presuntos agresores corren por la calle Herradores.

"El empresario"

Una clienta de una tienda de la calle llama por teléfono a gritos a la Policía Local. Los amigos del agredido salen en tromba de la Tasca El Obispado. "El empresario, el puto empresario", murmura uno de ellos. Hay tensión en el ambiente, el grupo se encara con los presuntos agresores, se escuchan sirenas a lo lejos.

El hombre de la camisa naranja, el que los amigos del agredido identifican como "el empresario", muy alterado se grita con el agredido y sus amigos. Cuando oye a la Policía Local llegar, huye a toda prisa por el callejón Maquila. La mujer que llamó a los agentes le increpa: "Eso no se hace, ahora da la cara".

Los secuaces se esconden

El presunto agresor huye, pero sus secuaces se quedan en la escena. No parece que se esperasen que eso fuese a acabar así. Se meten en un local de Tabaco Barato para evitar a la Policía Local, pero enseguida son señalados por los testigos.

La primera patrulla en personarse en el lugar de los hechos la forman dos agentes mujeres. Ambas dialogan unos instantes con el agredido, que relata cómo los tres hombres entraron en el local, le pidieron salir y luego uno de ellos, el empresario, le pegó puñetazos, lo tiró al suelo y lo pateó antes de salir corriendo.

Chivatazo desde el local

A trompicones por la tensión, el agredido narra a las agentes que el presunto agresor y él habían tenido algún encontronazo previo y que sospechaba que algún trabajador de la Tasca El Obispado había hecho la llamada clave para delatar dónde se encontraba.

Minutos después, preguntado por la Policía Local, uno de los camareros reconoce que su jefe conoce al presunto agresor, aunque nadie parece capaz de formular un nombre y apellidos completos. El agredido murmura a la Policía que cree que son socios.

A gritos con la Policía

Las agentes piden a los secuaces su documentación. Uno de ellos, el de caqui, se niega a entregarla y se encara con una de ellas: "A mi me hablas con respeto, que soy un ciudadano".

Poco después, ante la llegada de otras dos patrullas, acaba identificándose.

En busca del presunto agresor

Van llegando más patrullas. Dos agentes motorizados se personan en el lugar y, mientras las primeras agentes tienen el encontronazo con el secuaz de caqui, los recien llegados intentan dar con el empresario fugado.

El agredido, que ya había llamado por teléfono varias veces a su presunto agresor durante todo este escándalo, consigue contactar con él y le da el teléfono a uno de los policías. "Por favor, venga aquí ahora mismo", le dice el agente por teléfono.

Ambos identificados

Átlántico Hoy ha consultado a la Policía Local de La Laguna para saber cómo ha terminado el suceso. "La Policía Local recibió una llamada por alteración del orden público, debido a un altercado entre dos personas que se estaban agrediendo, una de ellas con la ayuda de otras personas", avanza el cuerpo policial.

"Se personó una patrulla en el lugar y se procedió a separarlos e identificarlos sin mayores incidencias, informándoles de los derechos que les asisten y del procedimiento a seguir en caso de querer presentar una denuncia. Ambos presentaban lesiones de carácter leve", zanja la Policía Local.