San Cristóbal de La Laguna está cada vez más cerca de recuperar el antiguo humedal que dio nombre a la ciudad y lograr un nuevo pulmón verde. Los resultados del estudio hidrogeológico han dado luz verde a su viabilidad, y se espera que el proyecto de ejecución se entregue en el mes de agosto.
El consistorio ha presentado este miércoles a través de su alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, junto al consejero delegado de la empresa pública Gestur Canarias, Agoney Piñero, y el ingeniero de Gestur Canarias, Manuel Galván, los avances y los resultados de los sondeos finalizando así la primera fase de exploración.
Con la iniciativa se pretende reducir el riesgo de problemas como escorrentías o gotas frías, mejorar la adaptación del municipio al cambio climático e incluso la creación de una nueva zona verde para ciudadanos y visitantes para la que se prevé un Centro de Interpretación. Su finalización podría tardar dos años.
Proyecto
El consistorio apunta que el proyecto de ejecución será clave para definir con detalle las actuaciones previstas. El objetivo del humedal es recuperar una parcela libre de cerca de 30.000 metros cuadrados entre las calles Silverio Alonso, Tabares Bartlet, José Peraza de Ayala y la Avenida de San Diego.
En cuanto a su afección a parcelas, el alcalde señaló que las conversaciones con los propietarios afectados están avanzadas para acordar su adquisición al ser un proyecto de interés general autonómico. "Queremos trasladar a la ciudadanía que este proyecto no es una intención, sino una realidad", insistió.
Sondeos
Con los sondeos geotécnicos se ha permitido, apuntan desde el ayuntamiento, determinar con precisión las cotas del nivel freático y caracterizar las diferentes tipologías del terreno. Unos datos que son esenciales para la "correcta definición técnica" del espacio. Además las labores han servicio para validar que las condiciones del subsuelo y del entorno son buenas "para recuperar con garantías el antiguo humedal".
Un proyecto que no deja de ser complejo. El ingeniero de Gestur Canarias, Manuel Galván, apuntó que contemplar la recuperación "morfológica y funcional de una parte de la laguna original que fue desecada por la acción humana" tiene un valor añadido. Además explicó cómo se realizará el llenado del vaso durante las lluvias, su vaciado para tener un control del riesgo de inundaciones o los pasos a seguir para combatir la presencia de insectos.