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César Manrique en la entrada de su casa en Haría, hoy museo./ ARCHIVO

La casa de Manrique en Haría se queda por segunda vez sin categoría de BIC al caducar el expediente

El primer intento de proteger la vivienda del artista fue en 2003, pero en 2020 se declaró la caducidad del expediente y se volvió a incoar en 2022, aunque no se ha avanzado

La casa que César Manrique habitó y transformó en Haría, el norte de Lanzarote, ha quedado otra vez fuera del régimen de protección patrimonial por haber dejado caducar el expediente. El Cabildo de Lanzarote ha declarado la caducidad del mismo para su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) por no haberse resuelto en el plazo legal. Es la segunda vez en dos décadas que este procedimiento fracasa por los mismos motivos.

El expediente caducado ahora fue incoado el 4 de abril de 2022 mediante el Decreto 2022-1594 del Cabildo, y preveía declarar Monumento la vivienda de Manrique en Haría. Aunque inicialmente se solicitó la emisión de informes técnicos y jurídicos, el procedimiento no avanzó. El 4 de julio de 2024 venció el plazo legal —24 meses más una prórroga de tres meses— sin que se dictara resolución definitiva. El pasado 23 de junio de 2025 se oficializó la caducidad y archivo del expediente, tal como ha publicado el Boletín Oficial de Canarias este lunes.

Un patrón que se repite: ya pasó en 2020

No es la primera vez que esta casa pierde su oportunidad de protección formal. Ya en 2003 se incoó por primera vez el expediente para declararla BIC. Pero esa tramitación quedó en el olvido y fue declarada caducada en marzo de 2020, junto a otros más de 40 expedientes similares en Lanzarote.

La orden de caducidad, firmada por la Consejería de Cultura del Gobierno de Canarias, fue publicada el 26 de marzo de aquel año, dejando también entonces la vivienda sin tutela jurídica.

Un hogar, un taller y un refugio creativo

La vivienda de Haría no fue solo un domicilio. Fue el último refugio vital y artístico del creador lanzaroteño. Tras abandonar su casa-estudio de Tahíche en 1988, Manrique reformó una antigua casa agrícola tradicional en el pueblo de Haría y la convirtió en un espacio íntimo de trabajo y contemplación. Allí diseñaba, pintaba y reflexionaba sobre su vínculo con la isla, el territorio y el arte, rodeado de jardines, piedra volcánica y una arquitectura profundamente integrada en el paisaje.

El artísta vivía en esa casa cuando falleció en 1992 y, desde entonces, ha permanecido prácticamente intacta, abierta al público como Casa Museo bajo la tutela de la Fundación César Manrique, aunque sin una figura legal que garantice su protección patrimonial.

Sin protección, al menos hasta 2026

La consecuencia es clara: la casa de Haría queda desprovista de protección como BIC, por lo que no contará con los beneficios ni las restricciones de conservación que implicaría esta figura jurídica.

Además, según la Ley 11/2019 de Patrimonio Cultural de Canarias, no se podrá incoar un nuevo expediente hasta al menos 2026, salvo que lo solicite directamente la propiedad o lo promuevan dos instituciones consultivas.