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Imagen de la mansión de colores / LANZAROTE

La mansión de colores más famosa de Canarias: "Construida por amor en un pueblo de pescadores"

Con el paso del tiempo, la mansión ha tenido distintos usos. Incluso se llegó a acondicionar para albergar el Museo Africano, aunque el proyecto no prosperó

Entre las calles tranquilas de un pueblo pesquero del norte de Lanzarote, se esconde una casa que no pasa desapercibida. Sus tonos vivos contrastan con el blanco tradicional de la arquitectura insular y su historia es tan conmovedora como sorprendente, sobre todo porque es de amor

No es un museo abierto ni un monumento visitable de Canarias, pero se ha convertido en una de las imágenes más fotografiadas del litoral lanzaroteño. Su fachada parece salida de un cuento, y tras ella se esconde la huella de un padre que lo dio todo por su hija. Ver su interior no es posible, pero un paseo para admirar desde afuera la fachada conociendo la historia es más que suficiente para que el bello se erice. 

Casa Juanita en Arrieta

Conocida como Casa Juanita o la Casa de los Colores, esta mansión se levanta junto al mar en el pueblo pesquero de Arrieta, en el norte de Lanzarote. La vivienda fue construida en 1916 por Juan de León Perdomo, un emigrante que había hecho fortuna en Argentina y quiso crear un hogar especial para su hija Juanita, enferma de tuberculosis.

Los médicos le habían recomendado que el yodo marino podía mejorar la salud de la niña, y por ello su padre eligió este enclave frente al océano. Sin embargo, la historia acabó en tragedia: Juanita falleció en 1921, y la casa quedó como un recuerdo imborrable de aquel amor paternal.

Una fachada de colores

Lo que distingue a la Casa de los Colores es su fachada multicolor, que rompe con la estética blanca dominante en la isla. Este diseño único hace que sea también conocida como la “Casa China”, por su aire de fábula. Aunque no está abierta al público, cada año cientos de visitantes se acercan al muelle de Arrieta para contemplarla desde fuera y fotografiarla.

A sus pies se encuentra El Charcón, un charco natural que añade aún más atractivo al lugar y que, junto a la vivienda, convierte a este rincón en uno de los más pintorescos del norte de Lanzarote.

De mansión privada a icono local

Con el paso del tiempo, la casa ha tenido distintos usos. Incluso se llegó a acondicionar para albergar el Museo Africano, aunque el proyecto no prosperó. Hoy sigue siendo una referencia visual y sentimental para vecinos y turistas, que la consideran un símbolo de la costa norteña.

Como recuerdan en el pueblo, “fue construida por amor en un pueblo de pescadores”, y esa frase resume a la perfección el espíritu de esta singular vivienda.

Un lugar con historia

Aunque la historia de Juanita es trágica, su legado vive en la casa que su padre levantó para ella. Una mansión que, más de un siglo después, sigue atrayendo miradas y que se ha convertido en una parada obligatoria para quienes buscan descubrir la Lanzarote más auténtica y sentimental.