Bueno, pues yo cumplo desde "EduKando", desde nuestro periódico "ATLANTICOHOY.COM", hago eso que me propone Antonio Rodríguez, desde el corazón, y lo hago "con razón", con el ánimo de abrir una ventana a la reflexión sobre la educación en las emociones. Para ello, quizás, lo primero ha de ser vivenciar esos vídeos que nos propone Antonio. Aquí se los dejamos.
"Emocrea es una asignatura, nacida en Canarias, para que nuestros niños tengan al menos dos horitas a la semana para abrir su corazón y dialogar con él", define Antonio Rodríguez
La mesa compartida entre el profesor de la Universidad de La Laguna, Antonio Rodríguez, así como el especialista en la educación emocional, José María Toro, y la Coordinadora del Departamento Pedagógico del TEA, Paloma Tudela, nos deja tanta aportación para llevar al aula, que casi la tarea está hecha. Sin embargo, permítanme compartirles unas notas reflexivas sobre la suerte de haber experimentado el uso de las emociones en el aula, aunque sí les digo que soy un neófito en el mundo emocional, cuando miro alrededor en mi centro, el Colegio Virgen del Mar, donde la mayoría de los compañeros llevan más de 12 años llevando a la práctica el emplear la herramienta emocional en la clase. Bueno, pero aquí les dejo algunas vivencias.
Canarias, desde 2014, fue la primera Comunidad Autónoma que dio el paso de incluir dos sesiones semanales de Educación Emocional en la escuela, dentro del Currículum impartido a los niños y niñas de Primero a Cuarto de Primaria. Dicho esto, parece que en Quinto, Sexto, Secundaria y Bachillerato, los alumnos han de estar exentos de vivir, o aprender a vivir sus emociones. O mejor aún, ni en la Universidad, ni en nuestro día a día hemos de promover el conocimiento de nuestras emociones. Nada más lejos de la realidad. Les aseguro que una clase, las he vivido, donde haces presente lo emocional abre el corazón del alumno y el conocimiento restante, lingüístico, matemático, científico, entre otros, viene dado por, casi, entrega gratuita. El alumno, con emoción, recibe lo que tú compartas con él.
Exactamente, esta imagen, recogida de una presentación realizada por Antonio Rodríguez, durante la jornada dedicada a la "MaestrApasión 2019", lo dice todo. ¿Quién está "detrás" del docente pasional? Es una continua vuelta atrás, recordando, desde el corazón, las experiencias que han educado nuestro corazón, en nuestra historia vital -madre, padre, abuela, abuelo, maestro, maestra, amigo o amiga de la infancia, tantos han sido-, y a su vez las vivencias actuales revividas con los alumnos en el aula, fortaleciendo con ellos nuestras emociones.
Como han dicho siempre nuestros mayores, "para muestra un botón". Una sesión de Lengua Castellana y Literatura, de 4º de la ESO. Estamos adentrados en conocer todo lo que significó y significa la Generación del 27, en la Literatura Española. 11 de la mañana. Intercambiamos opiniones sobre la información que han buscado los alumnos previamente en casa, y manejamos una serie de textos para valorar el hecho de la amistad generacional en el 27, la relación existente entre, por ejemplo, Federico García Lorca y Dalí. Todo bien, lo usual en una acción de aula actual. Sin embargo, algo no está yendo como los componentes de la sesión querríamos.
Una alumna da la sensación de que no se encuentra en el aula. Tras una pequeña conversación con ella -junto a la mesa del profesor, en respetuoso tú a tú-, descubro que su mejor amiga, desde 1º de Primaria, de su paso por un Colegio anterior, había fallecido hacía tan solo dos días. A la muchachita, le derramaban por el rostro dos preciosas lágrimas. La pena comenzó a cesar, y ella me pidió que lo que realmente le apetecía, era escribir en una hoja vivencias tenidas con aquella amiga, "mi amiga del alma". Les puedo asegurar que además de descargar el dolor que tenía, seguramente, sin saberlo, aprendió más sobre la amistad de la Generación del 27, que cualquier otro alumno en el aula.
Realmente, no valoro si en aquella ocasión, como en tantas otras, y las que me quedan, lo hice bien, pero sí hice uso de lo aprendido, y del sentido de persona, "lo emocional abre el corazón", le he escuchado decir a Antonio Rodríguez, tantas veces. Sí, es cierto, y luego abierto el corazón, todo lo demás va llegando, competencia a competencia, pero si la competencia emocional no está satisfecha, muy difícilmente surjan con fluidez el resto.
Ahí lo dejo, yo me apunto a seguir "EduKando" con emociones.