Felipe Ravina, biólogo marino

Opinión

Emisarios en Canarias

Graduado en Ciencias del Mar y productor de documentales submarinos

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Si algo ha quedado claro esta semana, es la indignación general que la población canaria siente hacia la cantidad de vertidos que existen en nuestras costas, fruto del aumento descontrolado de la población y del turismo en el Archipiélago, y sobre todo, de la inacción de la mayoría de los políticos locales que durante décadas han permitido que esto ocurra.

Algunos números

Solo en la isla de Tenerife hay 209 puntos de vertidos al mar, de los cuáles 136 no están autorizados. Mientras escribo estas líneas, miles de litros de aguas residuales se vierten en nuestros fondos, contaminándolos. En Gran Canaria hay 148 puntos de vertido, de los cuáles 100 son ilegales. Y así se repite este gran problema en cada isla, exceptuando La Graciosa.

Los fondos en peligro

Hace unos años, un grupo de investigación de la ULPGC publicó unos datos en los que confirmaban que Canarias ha perdido el 80% de sus algas costeras. El vertido de una cantidad tan grande de aguas negras sin depurar hace que la calidad del agua disminuya drásticamente, pudiendo afectar considerablemente los ecosistemas marinos.

Un problema de salud pública

¿Cuántas veces han visto la tan repetida noticia de "cierran playa en Tenerife por presencia de la bacteria E. Coli? Los emisarios submarinos son el origen. No solo es un problema que sufren nuestros ecosistemas marinos, es un problema de salud pública. Cada isla tiene un porcentaje mucho mayor de emisarios ilegales que de los que cuentan con todas las autorizaciones. Algunos de estos vertidos se encuentran cerca de zonas de baño con el peligro de infección que conlleva.

Hace unos días, justo después de publicar el vídeo de uno de los emisarios ilegales de Tenerife, me escribe una conocida, mandándome una foto de una infección en la pierna de su hijo, causada por la bacteria E. Coli en la playa del Médano. Candelaria, Guímar, El Porís, Abades, Las Américas, Puerto de la Cruz y un largo etcétera en Tenerife. Todas las personas que se bañan en esas playas lo hacen cerca de emisarios que vierten aguas residuales. Pero ¿y si vamos un poco más allá?

¿Qué es lo que comemos?

Hay una gran cantidad de especies que pueden observarse alimentándose en las aguas fecales vertidas por los emisarios. Sargos, bogas, sardinas, pulpos, jureles, etc. Además de todos los desechos orgánicos sin depurar provenientes de nuestros inodoros, todos estos emisarios también vierten microplásticos, papeles, toallitas, productos químicos y cualquier otra cosa que tiremos por nuestro desagüe.

Si estos peces se pescan en algún momento (cosa que es bastante probable), la persona que los consuma estará comiéndose un pez que se ha alimentado de todo lo que sale de nuestros baños. Parece que ya nos hemos olvidado de que seguimos en una pandemia causada por el maltrato del ser humano hacia la naturaleza. Cada vez quedan menos espacios naturales y los pocos que quedan están cada vez más alterados por nuestra especie. Unas aguas costeras con millones de litros de aguas residuales sin depurar, con cientos de miles de personas utilizándolas para su disfrute y alimentación… ¿No les parece la combinación perfecta para la proliferación de nuevas enfermedades?

Decisiones personales

La pregunta es ¿qué puede hacer cada uno desde casa para ayudar en este gran problema que sufren nuestras islas? Lo primero es no tirar nada por el WC. Por ejemplo papel higiénico o toallitas. Estas últimas tardan mucho tiempo en descomponerse y se quedan incrustadas entre las algas en el fondo marino, afectando a diversos organismos. También podemos intentar utilizar productos de ducha ecológicos, disminuyendo la cantidad de productos químicos que se van por nuestros desagües.

Por último y más importante: hacer ruido. El 27 de Febrero a las 11:00, hay una manifestación convocada en Los Silos en contra de los vertidos. Hablar sobre esta problemática o compartir publicaciones en redes o por cualquier otro medio también ayuda. Gracias a una publicación en Instagram, el tema de los emisarios ha salido en todos los medios de comunicación en Canarias.

Es triste que tenga que ser así, pero la mayoría de los que tienen poder para solucionar estos problemas solo actúan cuando tienen presión mediática, y ahora tenemos todas las herramientas para poder hacerlo y que de una vez por todas se comience a poner fin a uno de los problemas más graves que sufren nuestros fondos marinos. Si queremos presumir de paraíso, tenemos que tratarlo y cuidarlo como un paraíso, no como un basurero.

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