“Influencer”, término que en la actualidad oímos a diario y que por ella entendemos a aquella persona que cuenta con credibilidad sobre un tema concreto y que por su presencia en redes se convierte en prescriptor para una marca.
Ante esta definición me pregunto qué hay de verdad detrás de esto, lo que nos recomiendan de qué depende, de los ceros de un talón o de sus elecciones independientes. Si nos paramos a pensar en la relación existente entre esto y las tendencias en el mundo de la moda, nos daremos cuenta que quien mueve todos los hilos son las marcas que disponen del dinero para poder posicionar su producto en la mano de los influencers con más seguidores.
Una vez reflexionado en voz alta me doy cuenta que yo he sido también un peón en este ajedrez. Cuando he ido de compras y me he probado lo que he visto que le sienta tan bien a esa chica, con esa vida tan maravillosa y divertida a la cual sigo, me doy de bruces con la dura realidad: “Me sienta como el …” y además no me gusta sólo he tenido el impulso de ir a comprármelo porque quiero ser ella y tener su maravillosa vida( que tontería, verdad?). Pues sí, la apariencia nos lleva a hacer estas tonterías, y que seguro te has visto reflejado en mí. Seamos racionales, para mostrar esa foto maravillosa, el influencer se ha hecho unas mil instantáneas, además de poseer en algunos casos un entramado empresarial donde ni elige y casi seguro que ni le gusta todo lo que lleva en cada ocasión.
Fuente: El Blog de Catalina