Mucho se ha hablado estos meses, y se ha destacado en el diario digital Atlántico Hoy, sobre la difícil situación que atraviesa el sector ganadero de Canarias.

El documento titulado las “Dificultades en el contexto actual para el Sector Ganadero de Canarias y relación de propuestas” entregado por las organizaciones ganaderas al presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, recoge la problemática principal, relacionada con las materias primas y la venta de los productos ganaderos, así como sus propuestas para intentar paliar la situación insostenible que se encuentran viviendo en la actualidad.

En cuanto a su contexto actual y sus principales problemáticas, se centran en dos aspectos principales. Por un lado, el encarecimiento del precio de la alimentación animal, con subidas por encima del 40% en sólo 12 meses y la subida del 20% de los precios de los forrajes en los primeros meses del año. A esto hay que sumarle el efecto directo previsible sobre la alimentación animal la guerra en Ucrania, cuyas consecuencias no son predecibles, y que generan un efecto inflacionario en el pienso que no tiene precedentes.

Si analizamos la evolución de los precios de la alimentación animal en Canarias en el periodo comprendido entre los ejercicios 2020 y 2022, en tres materias primas relevantes como es el caso de la cebada, se elevan los precios el 99,28%; el maíz, se incrementa el 96,15% y la soja se encarece el 51,01%.

Resulta evidente que esta situación asfixia a los productores que son incapaces de hacer frente a estos incrementos desorbitados. Para tener en cuenta la importancia de estos incrementos, cabe resaltar que el porcentaje de los gastos en alimentación en una granja supone un 65-70% del total de gastos. La incidencia en los costes totales de la explotación, se situó por encima del 30% en el 2021. Si a esta realidad, añadimos la guerra de Ucrania y Rusia (Ucrania es fuente de abastecimiento del cereal utilizado para la alimentación animal), se genera una espiral de precios y una gran incertidumbre que incide en un sector vulnerable.

Si mostramos ahora otra evolución, los fletes a Canarias para el periodo comprendido entre los meses de enero de los ejercicios 2021 y 2022, los costes se han incrementado con Andalucía un 36% y con Cataluña un 25%. El sector ganadero, se ha visto afectado también por los incrementos de los precios de la electricidad, gasoil, otras materias primas y por el coste de la mano de obra.

Por otro lado, como segundo aspecto a destacar, cabe señalar la imposibilidad del ganadero de repercutir el incremento de los costes al precio de venta. Mientras los costes de producción se han incrementado al alza, especialmente en el último año, los ingresos por ventas de productos ganaderos han permanecido estables o con un incremento no significativo. La evolución de precios percibidos por quienes producen alimentos frescos en Canarias en el periodo 2017-2021, se ha incrementado entre un 5-7%.

La situación actual del sector, lleva consigo una actuación valiente y decidida del Gobierno, con el fin de corregir desviaciones, y no poner en peligro el futuro cercano de muchas explotaciones ganaderas del Archipiélago. Entre estas soluciones se encuentran el garantizar al ganadero que se cubran sus costes.

Otra cuestión importante, es el control en puertos y aeropuertos de las importaciones que proceden de otras zonas, las irregularidades relativas al pago de impuestos (AIEM) o el cumplimiento con rigor de la normativa sanitaria, lo que ocasiona una competencia desleal hacia el ganadero local, que debe ser perseguida y sancionada.

En cuanto a las propuestas, intentaremos exponer las dos líneas de trabajo, expuestas en el documento, por un lado, con el principal fin de paliar el encarecimiento de precios de la alimentación animal, y por otro, las propuestas para que el ganadero incremente sus costes al precio de venta del producto.

En cuanto a la primera cuestión relativa al incremento de precios, se solicita que se convoque, de forma inmediata, líneas de apoyo específico para paliar el aumento del precio de la alimentación. Se podría enmarcar, tal y como ocurrió en 2021, dentro del marco aprobado para el COVID-19, con presupuesto de 7.688.175 euros, y dado que la situación actual es peor que la anterior, los rectores de las asociaciones ganaderas proponen que se incremente esta partida presupuestaria.

Como complemento a esta primera línea de trabajo, es preciso incrementar las cuantías unitarias del conjunto de líneas de ayuda al sector ganadero dentro del programa POSEI, y se solicita un aumento del 20% para las acciones englobadas dentro de la Medida III, de Apoyo a la producción animal al sector ganadero.

En relación con la introducción de modificaciones en el REA, cabe mencionar tres aspectos principales, que son los siguientes: la modificación del sistema de apoyo a la alimentación animal, debido al encarecimiento de los portes de un 25%; el establecimiento de nuevos sistemas de control; y la revisión de ayudas y exenciones que se faciliten al sector.

Las organizaciones ganaderas solicitan, el pago inmediato de todas las líneas de apoyo ya tramitadas correspondientes al ejercicio de 2021, pues esta decisión permitirá dotar de liquidez inmediata al sector. Y, por último, el fomento de la producción de forraje local.

En cuanto a la segunda línea de propuestas, para favorecer al ganadero y poder incrementar sus costes en el precio de venta final, se encuentran las siguientes: garantizar el cumplimiento de la Ley de Cadena Alimentaria en Canarias, mediante el desarrollo, por parte del Gobierno de Canarias, del marco institucional necesario; la realización de acciones de promoción del producto; y el esfuerzo de control de entrada en las Islas.

Finalmente, cabe mencionar que diversas confederaciones empresariales han solicitado una bajada de impuestos para paliar el impacto de la inflación por los efectos de la guerra que ha ocasionado el gran encarecimiento de las materias primas, como los cereales, el gas o el petróleo. Manifestándose el Gobierno de Canarias que no contempla esta bajada tributaria, para “no descapitalizar al sector público”.

A día de hoy, creo que es una equivocación estratégica actuar en ese sentido, veremos qué nos depara el futuro.