El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha destinado 943.707,9 euros de dinero público para contratar a Maluma y Ráfaga, dos de los platos fuertes que forman parte de la programación musical del Carnaval 2025. Esa cantidad, dispuesta por Sociedad de Promoción y que roza el millón de euros, servirá para pagar el caché de los artistas y la intermediación del adjudicatario del concurso concedido a dedo para gestionar ambas contrataciones.
La licitación fue adjudicada en exclusividad —un negociado sin publicidad— a la empresa Promoción y Desarrollo de Eventos y Fiestas Canarias SL, una sociedad bajo el control del feriante José María de la Cova, con fuerte presencia en la industria del espectáculo en Canarias y las ferias de Tenerife.
El concierto de Ráfaga se celebró el pasado fin de semana, mientras que Maluma actuará este viernes en el Parque Santa Catalina, en uno de los espectáculos más esperados del Carnaval. Sin embargo, lo que ha llamado la atención es la cuantía del contrato: casi un millón de euros, una cifra que ha generado debate sobre el uso de fondos públicos para financiar eventos musicales.
La parte más cara
Si bien el contrato incluye a ambos artistas, la mayor parte del presupuesto se destina supuestamente al caché de Maluma, una de las estrellas internacionales del reguetón. Un dato aclara cómo se divide el pago: este mismo año, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife abonó 89.860,74 euros por la contratación de Ráfaga para su Carnaval. Las cuentas salen solas.
La redacción de un solo documento para ambas contrataciones o que en ningún momento se aclare cuánto dinero percibe Maluma —la mitad, según consta en el contrato. se transfirió al firmar el acuerdo y el otro 50% se abonará tras el show— y cuánto ingresa Ráfaga son dos de los puntos que más han llamado la atención en la gestión.
Comparación de precios
En el caso de Maluma, por comparar precios, hace dos años el caché del artista colombiano rondaba los 300.000 y 400.000 euros por participar en un festival —en verano de 2023 formó parte del cartel del Granca Live Fest—. 12 meses antes, por cinco conciertos en una discoteca de Ibiza, ingresó 500.000 euros.
Desde el sector cultural, a pregunta de este periódico, la respuesta fue unánime: el precio es excesivo pese a ser un concierto gratuito el del Carnaval de Las Palmas —al no cobrar entrada (a veces la cuantía a pagar al artista se complementa con un porcentaje de la taquila) el caché del artista suele ser más alto —.
Otro contrato a dedo
El hecho de que la licitación haya sido adjudicada por la vía de la exclusividad ha reavivado las críticas sobre la gestión de los recursos de la Sociedad de Promoción, empresa pública bajo control del ayuntamiento de la capital grancanaria y que está, precisamente, bajo investigación judicial por abusar de las contrataciones a dedo.
Una denuncia del Partido Popular (PP), por varios delitos —entre ellos la prevaricación administrativa por un uso abusivo de contratos menores y negociados sin publicidad en las programaciones culturales, carnavaleras y de las Fiestas Fundacionales—, fue admitida en 2024 por Fiscalía Anticorrupción, que ha asumido la investigación..
La ausencia de un proceso competitivo para elegir la oferta más ventajosa ha llevado a cuestionamientos sobre si este contrato ha garantizado el uso eficiente de los recursos públicos o si, por el contrario, se han favorecido determinados intereses en la adjudicación.
Concierto esperado, pero cuestionado
A pesar de la controversia, el concierto de Maluma se mantiene como uno de los eventos más esperados del Carnaval, y se espera una gran afluencia de público en el Parque Santa Catalina este viernes.
No obstante, el debate sobre el uso del dinero público en la contratación de artistas sigue abierto, y esta licitación ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de mayor transparencia y control en la adjudicación de espectáculos financiados con fondos municipales.