La puesta en marcha del nuevo carril bici del Barranquillo Don Zoilo ha provocado retenciones, confusión y críticas en Las Palmas de Gran Canaria. Conductores y vecinos denuncian que la reordenación de la vía ha generado embotellamientos y problemas de señalización, convirtiendo este tramo de Ciudad Alta en un punto conflictivo del tráfico capitalino.
En redes sociales, la reacción no se ha hecho esperar: “En mi vida he visto a nadie subir el barranquillo en bicicleta”, “El nuevo Tourmalet” o “no sé por qué carril circular” son algunos de los mensajes más repetidos. Además, residentes han colocado carteles en las inmediaciones con frases como “El progreso no se impone, se planifica con cabeza”.
El Ayuntamiento defiende la actuación
Desde el consistorio se insiste en que la obra forma parte del Plan Director de la Bici, con el que se busca conectar Ciudad Alta con la zona baja y fomentar una movilidad más sostenible. El concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez, asegura que “no se eliminan plazas de aparcamiento, sino que se reordenan”, y que el proyecto incluye mejoras en accesibilidad y zonas verdes.
El nuevo carril, adjudicado por 219.000 euros, conecta Juan XXIII con Schamann y se complementará con otro eje ciclista entre La Minilla y Guanarteme, dentro de la segunda fase del plan municipal.
Pese a las explicaciones oficiales, las críticas vecinales se mantienen. Muchos residentes consideran que el proyecto “no añade valor práctico” y que el Barranquillo Don Zoilo se ha convertido en un “embudo diario” para el tráfico en la capital grancanaria.
