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La Casa Fataga, de momento, se queda sin música: el Ayuntamiento le niega los permisos. / AH

La Casa Fataga, de momento, se queda sin música: el Ayuntamiento le niega los permisos

La Dirección General de Edificación y Actividades inadmite la petición de instalar sonido ambiental en el histórico inmueble del Parque Santa Catalina al no estar autorizada por la concesión y sobrepasar el máximo legal de decibelios

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha cerrado la puerta a la instalación de música de fondo o ambiental en la Casa Fataga, situada en el Parque Santa Catalina, tras resolver que la solicitud presentada por la empresa Restauración y Eventos Secrets SL carece de legitimidad y no se ajusta a los términos de la concesión administrativa vigente.

Según la resolución municipal,  fechada el pasado viernes, el inmueble —bien patrimonial del Consistorio y explotado en concesión por Glofert SL para la actividad de Bodegón Típico Canario— solo podría modificar su actividad el propio titular de la concesión y siempre que así lo permitiera el contrato y lo autorizara la Administración. En este caso, la petición partió de una empresa sin derecho para promover cambios.

Decibelios

Además, el informe jurídico recuerda que la propuesta técnica planteaba emisiones de hasta 90 decibelios (dBA), muy por encima de los 40 dBA permitidos por el Decreto 86/2013 para música de fondo en este tipo de establecimientos. Incluso si se hubiera ajustado a los límites, el documento aclara que la Casa Fataga carece de espacio interior para instalar equipos de sonido, ya que la actividad se desarrolla en terraza.

El Ayuntamiento recalca que la concesión no permite variaciones unilaterales y que cualquier intento de modificar las condiciones debe pasar por la autorización expresa del órgano concedente. Por ello, la solicitud ha sido inadmitida de plano, dejando a la Casa Fataga sin la opción de incorporar música ambiental.

Amenaza de cierre

El pasado mes, otra resolución municipal daba dos días para apagar sus equipos de música y un mes para corregir graves incumplimientos legales, bajo amenaza de cierre y precinto. El informa municipal ya apuntaba que el establecimiento estaba funcionando como una sala de fiestas encubierta, con música a 90 decibelios, pese a que la concesión solo autoriza su uso como bar-cafetería-bodegón con terraza.

Imagen de la Policia Local de Las Palmas de Gran Canaria, que inspeccionó el local dos veces en junio. / AH

El documento también subrayaba que la Policía Local, en varias inspecciones, había comprobado que una de las puertas de salida estaba obstruida, que no existían hojas de reclamaciones ni cartel visible de aforo y que la actividad como pub trascendía al exterior con música de DJ y personas bailando.

Fernández de la Torre

El inmueble, que es propiedad del propio Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y cuya explotación fue licitada por el consistorio, se construyó en 1920 y, junto con la Casa de Turismo del Parque Santa Catalina, funcionó en su momento como tienda de souvenirs.

Ambos edificios fueron proyectados por el arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre y se encuentran incluidos en el catálogo general municipal de protección, además de figurar en el nº 188 del Catálogo del Patrimonio Arquitectónico con índice de catalogación C ambiental.