La presidenta de la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores de la provincia de Las Palmas (AECP), María Salud Gil, ha afirmado este miércoles que la licitación de la obra para la reforma del Museo Néstor en la capital grancanaria se ha quedado desierta porque el precio de valoración está casi un 30 % por debajo del mercado.
En declaraciones a EFE, Gil ha pedido al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que vuelva a sacar a licitación la obra, pero con un "precio real", si bien ha expresado su temor a que la solución que busque el gobierno municipal sea la de adjudicar "a dedo" la obra a una empresa pública, una práctica que se ha extendido en la administración y que la patronal ha denunciado en numerosas ocasiones en los últimos años, ha recalcado.
Nueve interasados
Según Gil, hay nueve empresas clasificadas para llevar a cabo la obras, pero el valor de licitación se sitúa cerca del 30 % por debajo del mercado, un hecho que los técnicos deben conocer por su capacitación, pero es que además fueron advertidos de ello durante el proceso antes de sacarla a concurso, si bien "se hizo caso omiso", ha remarcado.
La presidenta de la AECP ha insistido en que la solución para esta obra del museo, que lleva siete años cerrado al público, es que se saque a licitación a precios de mercado, porque hay empresas privadas cualificadas para poder ejecutarla.
Así mismo, ha apuntado que, en estas prácticas ya habituales, una vez que se concede la obra a una empresa pública se lleva a cabo al precio real no al de licitación.
Empresas públicas
Según los datos facilitados por la AECP, un total de 630 obras quedaron desiertas entre los años 2021 y 2024 en Canarias, por un importe 313.508 millones de euros, si bien el pasado se contabilizaron 152, por un importe de 81,4 millones de euros.
De estas obras que han quedado desiertas en estos cuatro últimos años, la mayoría, 299, corresponden a los ayuntamientos, ha destacado Salud Gil, quien ha afirmado que el problema no es que el sector no tenga capacidad, sino que se sacan a la baja para que después las lleven a cabo las empresas públicas, ha abundado Gil