La plaza de Las Lagunetas, en pleno corazón de Triana, es uno de los espacios con mayor vida social y comercial de Las Palmas de Gran Canaria. Sin embargo, en las últimas horas, su imagen ha cambiado: junto a la fachada de un edificio, una tienda de campaña amarilla se ha convertido en el refugio improvisado de una persona sin recursos.
Esta escena, que para muchos vecinos ya no es excepcional —en los últimos años han convivido en un rincón de la plaza varias personas sin hogar y drogodependientes—, refleja un problema que crece en silencio: cada vez son más las personas que viven en la calle en la capital grancanaria. Organizaciones sociales alertan de que el encarecimiento de la vivienda, la falta de empleo estable y los problemas de salud mental están empujando a más ciudadanos a una situación de exclusión residencial.
Atención social
El caso de Las Lagunetas no es aislado. En zonas como el Parque San Telmo, el entorno del Teatro Pérez Galdós o calles del Puerto, se repiten escenas similares. La visibilidad de estas situaciones en espacios de gran afluencia, como Triana, genera un debate entre la necesidad de reforzar la atención social y la percepción de inseguridad o abandono urbano.
Mientras tanto, asociaciones y colectivos reclaman al Ayuntamiento y al Cabildo una respuesta más ambiciosa, con recursos de alojamiento de emergencia, apoyo psicológico y programas de reinserción laboral que permitan a estas personas recuperar su independencia y dignidad.
La imagen de una tienda de campaña en el corazón comercial de la ciudad es un recordatorio incómodo de que, para muchos, Las Palmas de Gran Canaria también es un lugar donde vivir sin techo.
