El pasado 11 de abril se desató la polémica entre los empresarios de la calle Cano. La vía, ubicada en Las Palmas de Gran Canaria, está compuesta por una decena de restaurantes que vieron cómo el Ayuntamiento les limitaba la disposición de las terrazas mediante una nueva norma —con el argumento de proteger al peatón—. La medida, que no gustó entre los propietarios de los locales, sigue levantando ampollas dos semanas después.
Técnicos del Consistorio mantuvieron una reunión a la que asistieron tanto un representante de los hosteleros como Marc Llobet, presidente de la Asociación de Empresarios Zona Triana, quien asegura en declaraciones a Atlántico Hoy que, al no estar de acuerdo con la modificación, la recurrirán. El principal problema detectado es que solo tienen permitido colocar mesas de dos comensales —únicamente pueden ocupar el 7,4% del espacio—.
Participar en el proceso
Lamenta que se enteraron de la decisión tomada por la corporación municipal a través del Boletín Oficial de la Provincia (BOP) a pesar de haber mantenido —en los últimos meses— varios encuentros con la alcaldesa de la ciudad, Carolina Darias; y el concejal de Urbanismo, Mauricio Roque.
Bajo su punto de vista, habría sido fundamental formar parte del proceso para tener la posibilidad de aportar su perspectiva. La clave para comprender el asunto es que los restaurantes tendrán que reducir la cantidad de mesas y, en algunos casos, cabe la posibilidad de que ni siquiera se puedan poner terrazas.
Problema judicial
Todo parte de que la calle Cano se declaró zona saturada —que también recurrirán— por un problema judicial después de que una familia de la zona denunciara los ruidos. “Nos hemos presentado como parte afectada”, recuerda Llobet.
El siguiente paso dado por el Ayuntamiento fue declarar la vía zona de gran afluencia turística al igual que el área Puerto-Canteras. A partir de ahí hacen un estudio, miden el sonido y aprueban la nueva distribución de las terrazas.
Atender singularidades
Se trata de un dato que —en cierta manera— da esperanzas a los empresarios porque en la reunión mantenida con los técnicos les transmitieron que la ordenanza permite atender singularidades y, dice, la calle Cano las tiene.
Llobet pone sobre la mesa que la ficha movida por el Consistorio perjudica a toda la Zona Comercial Abierta de Triana porque la hostelería es su gran fuerte. Además, recalca “hoy es la calle Cano, pero mañana puede ser cualquier otra de la ciudad”. “La actitud [por parte del gobierno municipal] ha sido poco activa”, agrega.
"Es una decisión política"
“Podrían haber buscado consenso”, incide, “no es un área de copas, son restaurantes”. “Es una decisión política, la vamos a recurrir y no es casualidad que todos los hosteleros de la ciudad se asocien por primera vez en la historia, nos obligan a defender nuestros derechos e intereses”, apostilla.
Cree que sería ideal una mejor gestión porque habrá hosteleros que quizás vean reducir su facturación. Apunta que, aunque tienen que verlo al detalle, en la práctica se perderá más del 50% de las terrazas en cada local. “Se ha llevado a cabo sin ningún tipo de consenso, nos sentimos indefensos”, exclama con pesar.
Ordenanza Municipal
Llobet indica que Triana es una zona comercial abierta donde las terrazas son lo primero en llenarse porque la gente quiere disfrutar del buen clima de la ciudad. Ahora, con la nueva medida, “un grupo de tres amigos o una familia no podrán sentarse en la calle Cano”, comenta con incredulidad.
El Ayuntamiento explicó hace unas semanas que la finalidad era regular la colocación del mobiliario ligado a la restauración y el ocio sin comprometer la movilidad de los peatones. En total, solo 102,40 metros cuadrados de los 1.388,80 m² que conforman la calle estarán destinados a terrazas.
De esta manera buscar respetar los límites establecidos por la Ordenanza Municipal, que impide superar el 50% de ocupación ni comprometer la superficie libre para los viandantes. La calle Cano, de unos 230 metros de longitud, conecta importantes arterias de la ciudad como la calle Triana y General Bravo, con intersecciones en vías relevantes como Torres, Travieso o Villavicencio.
