Las prometieron como una mejora para los usuarios, operativas las 24 horas y ubicadas en puntos clave de Las Palmas de Gran Canaria. Sin embargo, casi una década después, las máquinas de recarga exterior de Guaguas Municipales se han convertido en mobiliario urbano inservible.

Hoy, al menos seis de esos terminales permanecen visibles, oxidados y desconectados, en lugares como la terminal de Hoya de la Plata, la terminal del Teatro, la Plaza del Obelisco o la Plaza del Pino, en la Carretera de Mata. Lo que fue presentado como un paso adelante en la autonomía del viajero, ahora representa —a los ojos del ciudadano— una estampa de abandono y deterioro en el espacio público.

Un proceso judicial paralizante

¿Y por qué no se han retirado? La respuesta no está en la falta de mantenimiento, sino en un bloqueo legal que afectó a toda la red de recarga. En 2022, Guaguas adjudicó a la empresa Disashop el nuevo contrato para la venta y recarga de títulos de transporte. La anterior adjudicataria, Prepay Technologies, recurrió la decisión por vía administrativa y judicial.

“Por prudencia jurídica no pudimos tocar sus máquinas”, explica Gemma Tor, directora comercial de Guaguas Municipales, a Atlántico Hoy. Durante años, y mientras se resolvían las demandas, la empresa pública no pudo sustituir los equipos antiguos, lo que dejó a la ciudad con una infraestructura obsoleta y sin uso a pie de calle.

Adjudicación por méritos

Ambas empresas presentaron propuestas técnicamente sólidas —de hecho, empataron en puntuación técnica—, pero fue la oferta económica más ventajosa de Disashop lo que inclinó la balanza. La empresa planteó una comisión por recarga del 2,4 %, frente al 2,95 % ofrecido por Prepay, lo que le valió la adjudicación con 98 puntos sobre 100.

El contrato contemplaba 270 terminales de venta y 16 nuevas máquinas automáticas, seis de ellas en exteriores. Sin embargo, ante la imposibilidad de retirar las antiguas, la mayoría de estas nuevas unidades permanecieron almacenadas.

La retirada, en marcha

Con el proceso judicial resuelto y Prepay en situación concursal, Guaguas ya trabaja en el retiro progresivo de las viejas máquinas. El primer paso será una prueba técnica en la terminal de Hoya de la Plata, para comprobar si se puede reutilizar la instalación original sin necesidad de obra civil.

De ser así, el despliegue de los nuevos equipos se aceleraría. “Queremos aprovechar lo que ya existe si es viable”, afirma Tor. La empresa prevé recuperar el plan de implantación en lo que queda de año, priorizando los puntos de mayor uso.

Espacio público en juego

Para muchos vecinos, estas máquinas han pasado de ser una solución útil a una molestia visual. En barrios donde ya se acumulan otros elementos degradados —papeleras rotas, marquesinas vandalizadas o aceras en mal estado—, su presencia alimenta la sensación de que la ciudad envejece sin mantenimiento.

Guaguas Municipales insiste en que nunca hubo dejación de funciones, sino una limitación legal que la obligó a esperar. Con el nuevo escenario judicial despejado, la empresa pública busca cerrar esta etapa y recuperar la confianza de los usuarios, actualizando una red esencial para quienes usan el transporte público a diario.