El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha aprobado este viernes, de forma definitiva, la ordenanza reguladora de las prestaciones patrimoniales públicas no tributarias del servicio del Ciclo Integral del Agua, un documento clave que redefine el sistema tarifario en el municipio por primera vez desde 2009.
La normativa, tal como ha señalado el concejal de Presidencia, Hacienda, Modernización y Recursos Humanos, Francisco Hernández Spínola, se somete a esta actualización tras dos fases de exposición pública y el rechazo de las tres alegaciones presentadas por la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas, el Cabildo de Gran Canaria y el Hotel Bajamar.
Diferentes categorías
Entre las principales novedades se encuentra una estructura tarifaria progresiva, en la que el pago variará en función del consumo y el tipo de usuario. Se distinguen diferentes categorías: domésticos, comerciales, hoteleros, extrahoteleros, industriales, centros oficiales y obras. Todos ellos afrontarán un esquema con dos conceptos: una cuota fija por el caudal del contador y otra variable por el volumen de agua utilizado.
El objetivo principal del nuevo sistema es fomentar un uso más eficiente y sostenible del agua, penalizando el consumo excesivo y eliminando el pago mínimo por consumo, lo que permitirá que cada usuario pague estrictamente en función de su uso real.
Bono social
Además, el Ayuntamiento ha anunciado la creación de un bono social del agua para familias en situación de vulnerabilidad económica, y un diseño tarifario que favorece a los hogares con más de cinco personas.
A partir de 2025, el 80 % de los hogares, que consumen menos de 20 metros cúbicos cada dos meses, mantendrán su tarifa actual o incluso se beneficiarán de una rebaja, mientras que en 2026 se espera una subida moderada de alrededor de un euro mensual.
La ordenanza también actualiza las tarifas según el IPC acumulado del 34 % desde 2009, un ajuste que el Consistorio considera necesario para garantizar la sostenibilidad del servicio y evitar el derroche de un recurso esencial como el agua.
