Varios miembros de Transportes Castero SL, una empresa especializada en transportar mercancías desde el Puerto de Las Palmas, se sientan este miércoles en el banquillo por tráfico de drogas, entre ellos el propietario de la compañía, que, junto al resto de los acusados, negocian con el ministerio público el reconocimiento de los hechos para obtener una aminoración de la pena.
El juicio está señalado para este miércoles en la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas, pero acusación pública y defensa trabajan en una sentencia de conformidad, lo que implica el reconocimiento de los delitos y la renuncia a la práctica de la prueba en la vista oral.
Penas
La Fiscalía reclama nueve años de cárcel y una multa de diez millones para el propietario de la empresa, J.V.C.F, mientras que para A.R.L. y E.C.F. pide ocho años y medio de prisión y una multa de cinco millones de euros.
También solicita ocho años de cárcel y 500.000 euros de multa para M.Y.D.S. y D.R.D.P, así como cuatro años y cinco meses de prisión para A.S.C., además de cuatro millones de multa y siete meses más de cárcel en caso de impago.
Estas peticiones de penas deberán ajustarse al acuerdo que finalmente ratifique el tribunal.
Entregas vigiladas
Y es que la prueba de cargo recabada por la Policía Nacional es bastante contundente, con diferentes entregas controladas por los agentes entre los miembros de la organización, que tenía su sede en el Puerto de Las Palmas como base de sus operaciones legales e ilegales.
En síntesis, el ministerio público acusa a J. V. C. F. de usar su empresa de transporte de mercancías para trasladar cocaína y hachís entre Canarias y la Península.
En septiembre de 2023, según la Fiscalía, este acusado mandó a través de Transportes Castero SL dos palets con 690.700 gramos de resina de hachís.
Lanzarote y Gran Canaria
El envío fue recogido en Lanzarote por C.J.C.M., ya fallecido, y por E.H.R., que está en busca y captura. La mercancía, que está valorada en 1,4 millones de euros, fue entregada a una empresa de logística para trasladarla hasta Gran Canaria, la cual colaboró con la Policía Nacional para detener a los traficantes.
En ese contexto, J.V.C.F. llevó a la sede de la empresa de logística dos kilos de cocaína y uno de MDMA, así como un paquete con otros cinco kilos de cocaína entregados al día siguiente por un empleado suyo.
Ambos paquetes fueron dejados en Gran Canaria y enviados a la sede de la empresa de logística en Arrecife. El primero fue recogido por el acusado M.Y.D.S y el segundo paquete fue retirado por el Cuerpo Nacional de Policía, pero el acusado D.R.D.P trató de recogerlo días después. Ambos alijos hubieran alcanzado en el mercado los 300.000 euros.
Bidones
Unos meses después, en febrero de 2024, el acusado A.R.L. usó la empresa de Transportes Castero para entregar tres bidones de grasa con 55 envoltorios de cocaína en la empresa ADYCO de Coslada, en Madrid.
En esta nueva entrega vigilada, J.V.C.F. habría recogido la droga en Gran Canaria con uno de sus camiones y la habría entregado al acusado E. F. C. La coca que había en esos bidones tenía un valor de 1,6 millones de euros.
Registros
Al mes siguiente se llevaron a cabo diferentes registros y detenciones. A J.V.C.F. se le intervinieron tres teléfonos móviles, un portátil, una tableta, una motocicleta y 4.250 euros, mientras que a E.C.F. se le incautaron 32.440 euros en efectivo, entre otras pertenencias.
