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Alumnos durante una clase en el local de la Plaza de la Música que gestiona la asociación Abadá Capoeira Gran Canaria. / AH

Las Palmas de Gran Canaria desahucia a la batucada, el centro de capoeira y la parranda Guanarteme

El Ayuntamiento inicia el procedimiento para recuperar los locales de la Plaza de la Música. El desalojo afecta a 70 alumnos que practican la danza marcial brasileña

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha comunicado a la Asociación Socio-Cultural y Deportiva Balanço do Mar - Capoeira Gran Canaria (Abadá-Capoeira) que debe desalojar el local cedido en la Plaza de la Música, rebautizada ahora como Jerónimo Saavedra, en el barrio de Guanarteme.

La notificación, que ha sido entregada recientemente por la Policía Local, emplaza al colectivo a devolver el recinto de forma voluntaria e inmediata, iniciándose el proceso de desalojo forzoso si no cumplen con el requerimiento.

Afectados

Se trata de un espacio compartido con la Parranda Guanarteme, un grupo enfocado en preservar el folclore y la música tradicional canaria que también está afectado por la decisión municipal.

La batucada Piratas del Caribe, que gestiona otro local social en la misma plaza, también ha recibido la misma notificación que la asociación de capoeira, por lo que son tres los colectivos afectados.

Para uso municipal

Un portavoz municipal confirma que el Ayuntamiento "ha iniciado los trámites para recuperar unos locales situados en un enclave privilegiado con el objetivo de darles un uso propio".

No aclara la institución local el uso concreto que le dará a dichas instalaciones, ni tampoco si la medida afectará al resto de establecimientos ocupados. Al lado de la batucada está El Club de Fútbol Universitario, y enfrente hay otros dos locales ocupados por el Auditorio y una asociación de la tercera edad.

Otro momento de la clase de capoeira en la Plaza de la Música. / AH

En dicha plaza también tiene oficinas Trabajo Social y Participación Ciudadana. El Ayuntamiento asegura que "se está siguiendo un procedimiento riguroso, en la línea de otras actuaciones municipales destinadas a recuperar espacios públicos, como el Aula de la Naturaleza y otros equipamientos que refuerzan el acceso de la ciudadanía a instalaciones de interés colectivo".

Espacio comunitario amenazado

El desalojo de la Abadá-Capoeira afecta 70 alumnos, "pone en riesgo la continuidad de un proyecto comunitario con más de 15 años de trayectoria" y "le obliga a su cierre", explica el colectivo en un dossier, que ha sido elaborado para explicar a la ciudadanía la labor social desempeñada en la Plaza de la Música.

El local fue cedido por el concejal Sergio Millares en 2017. En ese momento, el espacio estaba abandonado, sin luz ni agua, y en mal estado.

Trayectoria

La asociación, que forma parte de la organización internacional Abadà-Capoeira fundada en Brasil en 1988, asumió el compromiso de recuperar y poner en funcionamiento el local sin recursos económicos externos.

La ciudadanía, a través de los Presupuestos Participativos Municipales, apoyó el proyecto destinando inversión para la instalación de electricidad y agua. La propia asociación se encargó de limpiar y acondicionar el espacio, realizar mejoras básicas como arreglar el suelo y las puertas o pintar, instalar infraestructura funcional y crear "un lugar digno" para la actividad física y cultural.

"Todo este esfuerzo se logró con el trabajo voluntario de los socios, transformando un espacio olvidado en un recurso social valioso para el barrio de Guanarteme", asegura el colectivo, que define el proyecto como un centro vivo de actividad física, cultural, educativa y social, con un entorno saludable y seguro donde conviven niños, padres, madres, jóvenes y adultos.

Sin alternativas reales

El capoeira es un arte marcial afrobrasileño que combina elementos de lucha, danza, música, acrobacias y expresión corporal. En la Plaza de la Música es usado como una herramienta de inclusión social, convivencia comunitaria y desarrollo personal, especialmente para niños, jóvenes y familias de Gran Canaria.

La asociación carece en la actualidad de "alternativas reales" para dar clases en otro lugar y, sobre todo, poder almacenar el material acumulado durante esos diez años, con las colchonetas y la variedad de instrumento de percusión que atesoran. Por eso reclaman "el reconocimiento institucional del valor social y cultural del proyecto" y solicitan un reubicación para para poder seguir con la actividad.

Consideran que el cierre "supondría una pérdida cultural para Guanarteme y para la isla, privando a decenas de familias, niños, y jóvenes de un espacio seguro, sano y culturalmente enriquecedor".