Las Palmas de Gran Canaria se queda este año sin uno de sus eventos culturales más importantes. La Feria del Libro de la capital no abrirá sus casetas en 2025. Así lo ha confirmado Irene Pérez, presidenta de la Asociación de Librería de Las Palmas, quien señala que la decisión responde a una acumulación de problemas administrativos y burocráticos que arrastra el evento desde hace varios años.
Mientras otras islas ya han celebrado a esta altura del año sus ferias del libro, así como otros eventos dedicados al mundo literario; no había noticias de la de Las Palmas. Esto había llevado a que varios usuarios preguntaran en el perfil de redes sociales del evento cuándo sería este año para añadirlo en sus calendarios. La del 2024 tuvo lugar del 29 de mayo al 2 de junio; sin embargo, los meses de 2025 han transcurrido sin que los libros volvieran a ocupar su espacio en el Parque San Telmo y no lo harán, al menos hasta de cara al año que viene.
Consecuencias de una mala gestión
“Hay muchos motivos para que la Feria del Libro en Las Palmas no se haga. Pero sobre todo el gran problema es la parte administrativa y burocrática”, explica Pérez a Atlántico Hoy. Según detalla, hasta 2022 una empresa privada se encargaba de la Feria; sin embargo, la Asociación decidió asumir directamente la gestión del evento tras detectar irregularidades en dicha empresa privada que lo organizaba hasta entonces.
“Esa empresa hacía lo que le daba la gana. En 2022, cuando entré en la presidencia, tanto los libreros como las instituciones, editores y autores exigían un cambio de modelo”, recuerda. Desde entonces, la Asociación tomó el control, pero se encontró con una serie de “problemáticas bastante importantes” que no se han logrado resolver.
Decidir posponerla
Entre los principales obstáculos, Pérez menciona las dificultades para cerrar subvenciones nominativas con las instituciones públicas. “Nos quedamos colgados con una de esas subvenciones y otras no se han cerrado los trámites porque la Asociación no tiene personal —quienes estamos lo hacemos por amor al arte— y las instituciones van despacio”, señala.
La presidenta también apunta a la falta de entendimiento con algunas empresas organizadoras externas: “Muchas veces no entienden al sector del libro y sus tiempos. En 2023 hubo un momento en el que dudamos en seguir adelante y nos vimos un sábado por la noche cuadrando todo porque la empresa nos salió rana”.
Estas complicaciones, añade, se arrastraron a 2024, y ante la imposibilidad de cerrar la edición anterior, la Asociación ha optado por no abrir un nuevo expediente para este año. “Habíamos pensado posponerla a octubre o noviembre, pero no hemos conseguido cerrar la edición anterior. No queremos que sea la pescadilla que se muerde la cola”, afirma Pérez.
Falta de recursos
En cuanto al papel del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria - una de las administraciones colaboradoras, además del Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno de Canarias -, Pérez reconoce una evolución positiva, aunque todavía persisten asuntos pendientes. “El Ayuntamiento fue y sigue siendo un problema bastante gordo respecto a 2023. En 2024 se pusieron las pilas, ayudaron y pusieron toda la voluntad del mundo, pero sigue habiendo una bola pendiente”, explica.
Aun así, destaca que el consistorio continúa otorgando subvenciones nominativas para la feria, al tratarse de “un evento importantísimo”. No obstante, lamenta que las ayudas no se hayan actualizado a la realidad económica actual. “Los precios se han disparado, pero seguimos recibiendo la misma cantidad que hace cinco años. Con el mismo dinero tenemos que hacer el mismo tipo de evento, y así no se puede”, advierte. El Consistorio ha asegurado a este medio que el evento, dado su calibre, recibe la subvención más elevada de cultura, unos 60.000 euros.
Regresar en 2026
Pese a la cancelación de este año, la Asociación de Librerías de Las Palmas confía en que en 2026 la Feria del Libro pueda regresar con garantías. “Estamos viendo cómo proceder para que el próximo año sí que haya. Se tratan de problemas de fondo que hay que resolver antes de volver a organizar una nueva edición”, concluye Pérez.
Es así como este año, librerías, lectores, autores y editoriales no contarán con su punto de encuentro anual en la capital grancanaria. Y la vida literaria, al menos por ahora, se quedará en los espacios de cada uno a la espera de que el año que viene las historias, cuentos y la pasión por la lectura vuelvan a inundar la capital en una de sus citas culturales más relevantes.
