Representantes de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria celebraron el viernes pasado con los equipos policiales la primera reunión de seguridad del Carnaval en el parque Santa Catalina y su entorno, que afecta a la entrada sur del puerto de La Luz.
La decisión municipal de organizar el carnaval de día y otros actos en la plaza de Canarias ha vuelto a poner de manifiesto la descoordinación entre ambas administraciones.
Protocolo
Existe un protocolo de colaboración para ocupar y usar ese espacio que no se ha cumplido, según un escrito remitido el pasado 28 de enero al Ayuntamiento por la Autoridad Portuaria. En cambio, desde la Sociedad de Promoción y la Concejalía de Carnaval, sí se dan por satisfechos los requisitos o condicionantes para instalar uno de los escenarios sobre ese suelo.
Una portavoz municipal explica que desde el pasado 24 de enero se comunicó al Puerto y a la Autoridad Única del Transporte la decisión de ocupar la cubierta del intercambiador de guaguas. Se trata del espacio que va desde la plaza de Canarias hasta el frente marítimo, con el compromiso de dejar libre la vía peatonal situada entre ambas zonas para las emergencias portuarias.
Condiciones
Las condiciones del convenio de colaboración, a juicio de la Autoridad Portuaria, son más exigentes que esa simple comunicación. Incluyen estudios específicos sobre el peso por metro cuadrado que soportará la plaza, o los planes específicos para celebrar los actos. Esto último es importante para que no se produzcan interferencias con la llegada de cruceros al muelle Santa Catalina, entre otras posibles contingencias.
Esas diferencias quedaron patentes en la reunión de seguridad del viernes: mientras el Puerto se quejaba de enterarse por la prensa de los planes municipales, el Ayuntamiento reprochaba la falta de colaboración y las trabas portuarias para usar la plaza de Canarias, un espacio que consideran del distrito, o sea, de la ciudad.
Y ahí, quizá, arranca la primera diferencia: la Autoridad Portuaria entiende que toda la zona, desde la plaza hasta el frente marítimo, es de servicio portuario y está cedida al Consistorio en virtud de un convenio de colaboración que la organización del Carnaval no respeta.
Sin capacidad de veto
En cualquier caso, Puertos de Las Palmas carece de competencia parar negar o rechazar la ocupación de ese espacio, más allá de poner reparos o exigir cambios si se ve afectada la actividad de algún crucero o servicio concreto.
Ambas administraciones, por tanto, estén obligadas a entenderse, aunque sea a trompicones y reproches mutuos, como ocurrió en la reunión de seguridad celebrada el pasado viernes.
Escenarios
La Corporación presentó la semana pasada los espacios que acogerán las actuaciones y conciertos del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, dedicado este año a los juegos olímpicos.
Entre ellos destaca el escenario principal del parque Santa Catalina, que será el epicentro de las fiestas y estará listo para este fin de semana.
Con 50 metros de boca, 20 de fondo y 17 de altura, el escenario mezclará elementos de la Grecia clásica, como columnas del Templo de Zeus y coronas de hojas de olivo, con una estética moderna e innovadora.
Circuito
A partir del 28 de febrero, después de coronar a la reina, es cuando se activará un circuito diseñado para el ocio: dos kilómetros que van desde Santa Catalina y la plaza de Canarias hasta Manuel Becerra, el escenario joven de las fiestas.
En ese circuito cobra protagonismo la plaza de Canarias, que acogerá el escenario Mahou, los carnavales diurnos y vespertinos o los actos relacionados con el público familiar, terminando su actividad a las 22:00 horas.
También El Refugio, como espacio para la feria de atracciones, con horarios similares a los de las galas; la zona del Mercado del Puerto, Agustín Millares Sall hasta la entrada en Eduardo Benot, con actividad de chiringuitos y pequeño escenario, y la plaza de La Luz, que será el punto de encuentro con los ritmos latinos y la música de las orquestas.
