La réplica de 'La Niña' incendiada es irrecuperable: solo se pueden conservar los mástiles

Así lo detalla un informe redactado por la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio al que ha tenido acceso Atlántico Hoy

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Así ha quedado la réplica de 'La Niña' / ATLÁNTICO HOY - LUNA MOYA
Así ha quedado la réplica de 'La Niña' / ATLÁNTICO HOY - LUNA MOYA

La réplica de la carabela ‘La Niña III’ es una de las principales anfitrionas que tienen los turistas cuando llegan en crucero a Las Palmas de Gran Canaria. El barco que rememora a uno de los que usó Cristóbal Colón para llegar a América ardió en llamas hace casi un año y todavía sigue calcinado en el entorno de Santa Catalina. Según un informe de la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio, la estructura quemada no se puede conservar a excepción de los mástiles.

El documento, –del 26 de junio de 2023–, al que ha tenido acceso Atlántico Hoy, fue expuesto el pasado martes en comisión de pleno por Gemma Martínez, la concejala de Desarrollo Estratégico, Sostenibilidad y Energía en el Ayuntamiento capitalino. Aún está en el aire qué ocurrirá con la estructura, pero todavía sigue en el mismo lugar.

Madera e incendios

Fuentes del Área que gestiona la edil –de la que depende el servicio de mobiliario urbano que se ocupaba de su mantenimiento, aunque en realidad es propiedad del Cabildo Insular– aseguran a este medio que pidieron un informe a la Asesoría Jurídica del Consistorio para aclarar el tema competencial y resultó ser que depende de Planificación, Desarrollo Urbano y Vivienda. 

El texto de Tibicena detalla que ‘La Niña III’ fue consumida parcialmente por las llamas de causas aún desconocidas. “Cuando la madera se ve expuesta a un incendio en fase de pleno desarrollo, esta tiene una respuesta buena”, recoge. 

Carabera La Niña III ardiendo./ CEDIDA
Carabera La Niña III ardiendo./ CEDIDA

Evitar derrumbamientos

“La capa más superficial se carboniza rápidamente creando una capa de madera carbonizada que aumente en seis veces su capacidad aislante; esto provoca que las zonas interiores se mantengan muy protegidas, este es el caso de los mástiles, cuyo interior no se ha visto afectado”, continúa. 

Pone sobre la mesa que se debe tener en cuenta la “gran capacidad de la madera” de conservar su estructura y soportar cargas durante más tiempo frente al fuego en comparación con otros materiales, “evitando derrumbamientos”. La consecuencia directa es que muy pocas veces se puede aprovechar la estructura porque las elevadas temperaturas “modifican profundamente la estructura interna del material”.

Réplica de la Calabera 'La Niña III' / LPA VISIT
Réplica de la Calabera 'La Niña III' / LPA VISIT

Tomar medidas

En este sentido”, subraya, “los daños a la madera se perciben a simple vista”. Además, consideran “indispensable y primordial preservar y recuperar la resistencia e integridad estructural de la embarcación”. “Para ello se deberán tomar medidas”, apostilla el texto. 

Insta a eliminar la madera afectada y colocar una de igual especie e impregnada con protectores o un elemento de otro material. “La prioridad es hacer un estudio en profundidad porque aunque se cuenta con un documento que recoge el proceso de construcción de la embarcación, no tenemos las medidas, fotos, ni planos originales y sin esa información no será posible hacer una reconstrucción fiel”, sentencia.

Historia de la réplica

La compañía recomienda contactar con “un carpintero de ribera” que se ocupa de la construcción artesanal de embarcaciones de madera. Se trata de una réplica que rememora el papel que desempeñó en la expedición de Cristóbal Colón hacia América y reivindicando la historia colombina de la capital grancanaria. 

El conquistador llegó a la bahía de Las Isletas el 20 de mayo de 1492 con cuatro embarcaciones donde hizo una escala de cuatro días. La réplica se construyó en 1992 en Galicia según el diseño y los criterios del capitán Carlos Etayo. 

Ese año fue trasladada hasta Palos de La Frontera, en Huelva, desde donde navegó a Las Palmas de Gran Canaria para zarpar hacia la República Dominicana. En el año 2000 llegó al Archipiélago para quedarse.