El Pleno de junio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria vivió este viernes momentos de alta tensión por la preocupación de los vecinos de Las Torres ante la modificación del Plan General de Ordenación (PGO). Un documento técnico preliminar contempla la posible eliminación de 127 edificaciones en el barrio, lo que ha generado una ola de inquietud vecinal.

“Queremos garantías por escrito, no promesas que se lleva el viento”, reclamó con firmeza Juan Angulo, portavoz de los afectados, mientras sostenía en sus manos el plano de la alternativa número dos, la opción prioritaria para los técnicos municipales. El edil de Urbanismo, Mauricio Roque, recibió duras críticas durante la sesión, especialmente por la falta de claridad sobre el impacto real del plan en las viviendas de la zona.

Decepción

Desde temprano, decenas de vecinos se concentraron en la plaza de Santa Ana para exigir que se respete un barrio levantado con esfuerzo, autoconstrucción y arraigo comunitario. Algunos salieron del ayuntamiento entre lágrimas, visiblemente decepcionados por la falta de respuestas claras.

La alcaldesa Carolina Darias pidió calma y aseguró que el documento aún no es definitivo. “No hay un cambio aprobado, estamos ante el borrador de la evaluación ambiental”, explicó. Añadió que su equipo está dispuesto a “vernos cuantas veces haga falta” y que seguirán “la senda del diálogo”, como ya ocurrió con los planes de ordenación de San Juan, San José y Tamaraceite, donde se aceptaron numerosas alegaciones vecinales.

Amenaza directa

Aun así, el clima en el Pleno fue de malestar, indignación y desconfianza. Las Torres teme por su futuro y exige una respuesta oficial que garantice el derecho a permanecer en sus viviendas. Para muchos, el borrador del nuevo PGO no es solo un papel técnico, sino una amenaza directa a su forma de vida.