El Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2025 cierra su edición tras cinco semanas de fiesta con un balance marcado por la recuperación del ambiente callejero, la controvertida reubicación de eventos por presión vecinal —avalada incluso por decisiones judiciales— y la polémica por el caché de casi un millón de euros pagado a Maluma por un concierto gratuito, lo que ha desatado críticas del sector cultural canario por el escaso apoyo a los artistas locales; todo ello en una celebración que volvió a llenar las calles, pero también evidenció improvisaciones, ajustes de última hora y un modelo festivo aún por consolidar.
