La emblemática avenida Mesa y López de Las Palmas de Gran Canaria, tradicionalmente uno de los ejes comerciales más importantes de la ciudad, vive una transformación marcada por los altos precios de los alquileres que dificultan la permanencia de pequeños y medianos comerciantes.
Según Pepi Peinado, directora de la Zona Comercial de Mesa y López, esta tendencia está llevando a que todas las zonas comerciales abiertas sean iguales, dominadas por grandes marcas y franquicias, mientras los negocios locales quedan desplazados a calles secundarias o al comercio online. Un fenómeno que se ha extendido por toda la ciudad y se vive también en otras capitales de España.
Supremacía de las grandes marcas
La situación de los alquileres en Mesa y López es similar a la de otras zonas comerciales importantes: los precios son altísimos, indica Peinado. “Por ejemplo, en el tramo central de la avenida, donde está El Corte Inglés, los alquileres son los más caros. Luego, el tramo hacia la Plaza de España también está subiendo, mientras que los locales entre El Corte Inglés y la Base Naval tienen precios más asequibles”, explica.
Esta dinámica ha convertido los principales ejes comerciales de la ciudad en un espacio casi exclusivo para grandes empresas, pues, según señala la directora de la zona comercial, quienes pueden establecerse en estas zonas son las grandes marcas como las del grupo Inditex o franquicias similares.
Este hecho ha conducido a que “todas las zonas comerciales sean iguales, con las mismas firmas en los mismos lugares, perdiendo la variedad que podría ofrecer el pequeño comercio".
Alquileres inasumibles
El resultado de esta dinámica es que los pequeños empresarios, especialmente los autónomos que desean lanzar marcas propias, se enfrentan a barreras casi infranqueables. "Es muy difícil para un pequeño comerciante establecerse en estas zonas, y por eso se ven obligados a buscar locales en calles menos comerciales o incluso abandonar la idea de tener una tienda física y optar por negocios online", lamenta Peinado.
Además, esta problemática no solo afecta a Mesa y López, - apunta Peinado - sino también a las calles transversales como Néstor de la Torre y Juan Manuel Durán, que pudiendo ofrecer una alternativa, también tienen precios prohibitivos, lo que agrava el problema.
Falta de control
La directora de la zona comercial de Mesa y López destaca que el problema radica en la falta de regulación del mercado inmobiliario comercial, ya que “no hay ningún tipo de normativa o protección hacia el comerciante en este aspecto”. “Los propietarios ponen los precios que quieren, y aunque negocies un contrato, cuando este vence, el aumento del alquiler puede ser inasumible", comenta.
Esta falta de control no solo expulsa al pequeño comercio, sino que convierte a las zonas comerciales abiertas en lugares inaccesibles incluso para los empresarios que deseen innovar o diversificar la oferta. "Es un círculo vicioso: los precios son tan altos que muchos locales quedan vacíos porque los dueños no encuentran quien los alquile a esos precios. Esto perjudica no solo a los comerciantes, sino también a la ciudad en general", explica.
Los centros comerciales
Otro factor que contribuye a la crisis de las zonas comerciales abiertas es la competencia con los centros comerciales, que al final ofrecen precios más bajos para los alquileres e, incluso, otros servicios como aparcamiento gratuito.
"Los centros comerciales atraen a los consumidores porque son más cómodos y asequibles, y esto genera un efecto de llamada que deja vacías las calles comerciales tradicionales", asegura Peinado.
La pérdida de identidad
El panorama descrito por Peinado refleja una situación compleja para los pequeños comerciantes en Las Palmas de Gran Canaria. "El problema es que no solo tienes que pagar un alquiler desorbitado, también tienes que asumir los costes de personal, mercancía y otros gastos. Al final, el pequeño comerciante no puede competir con las grandes multinacionales, que son las únicas capaces de asumir estos costes”.
La directora de la zona comercial de Mesa y López reitera que esta problemática no solo se produce en esas calles de la capital, sino que afecta a toda la ciudad, como a la zona comercial de Triana. Y es un fenómeno que se ha visto también en otras partes de España. Las grandes empresas y las franquicias le comen terreno a la identidad local.
