El Gobierno de España ha solicitado al Ejecutivo canario que no revele por ahora la ubicación de las plazas peninsulares a las que se prevé trasladar a un millar de menores migrantes solicitantes de asilo, para "evitar problemas", en referencia a la resistencia de algunas comunidades autónomas y ayuntamientos a acogerlos.
Durante la reunión semanal entre ambos gobiernos para dar cumplimiento a los autos del Tribunal Supremo, la directora general de Protección a la Infancia del Gobierno de Canarias, Sandra Rodríguez, reclamó información sobre las 1.200 plazas aprobadas por el Consejo de Ministros para los traslados.
Petición de discreción
"Se nos ha pedido cautela para evitar posibles situaciones no deseadas en cuanto a dónde puedan estar esas plazas", señaló Rodríguez, en unas declaraciones difundidas por su departamento. Esta solicitud se produce después de que la Comunidad de Madrid se opusiera formalmente al traslado de 400 menores a un centro de Pozuelo de Alarcón, hasta ahora utilizado para acoger a refugiados de la guerra de Ucrania.
Esa oposición, realizada por escrito y con advertencias legales, llevó al Gobierno central a solicitar que el Supremo avalara expresamente los traslados, como reveló recientemente el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.
Coordinación con entidades sociales
Ante este contexto, el Ejecutivo estatal ha preferido centrar el encuentro de este martes en detallar las entidades sociales colaboradoras en los centros de destino, así como las características del servicio que prestarán y los perfiles de menores que podrán asumir.
Además, el Gobierno central ha solicitado a Canarias un margen de tiempo para disponer efectivamente de esas plazas, a lo que el Ejecutivo de Fernando Clavijo ha accedido, "siempre en aras del interés superior del menor".
Traslados en un máximo de 15 días
No obstante, Sandra Rodríguez ha matizado que este margen solo será aceptado si los primeros traslados no se demoran más de "diez o quince días", dejando claro que los plazos deben cumplirse con agilidad para dar respuesta a la actual situación de saturación en los centros de acogida de las islas.
