El grupo de Nueva Canarias en el Cabildo de Gran Canaria ha protagonizado un episodio que ahonda en su crisis interna: la fuerza insular canarista ha acordado, mediante votación, retirar la portavocía al consejero Teodoro Sosa, uno de los principales protagonistas de la escisión que ha gestado el nuevo partido Primero Canarias.
La iniciativa fue impulsada por el veterano consejero Carmelo Ramírez, quien durante meses había reclamado el cese de Sosa y otros cargos de NC vinculados al nuevo proyecto municipalista, a los que calificó de “tránsfugas de manual”. Sosa reaccionó a la presentación del nuevo partido como un movimiento ante lo que consideraba una deriva interna del partido.
Según fuentes del grupo insular, la votación se produjo después del congreso constituyente de Primero Canarias, en el que Sosa jugó un papel central. En la sesión, sólo recibió el apoyo del consejero Raúl García Brink, resultando mayoritariamente respaldada la propuesta de cese.
Este periódico se ha puesto en contacto con el consejero Carmelo Ramírez, no obteniendo respuesta hasta la publicación de esta noticia. Por su parte, el hasta ahora portavoz del grupo, Teodoro Sosa, ha declinado realizar declaraciones.
Ruptura en el Cabildo
Este paso formal responde tanto al nuevo escenario político —con Sosa al frente de Primero Canarias— como al deseo de la cúpula de NC de marcar distancias con quienes consideran una ruptura de la disciplina orgánica.
El trasfondo de esta decisión remite a un proceso que venía incubándose desde hace meses. En enero de 2025 se hizo pública la ruptura del Bloque Nacionalista Rural (BNR) de Sosa con Nueva Canarias.
Posteriormente, en mayo, se presentó formalmente la formación Municipalistas Primero Canarias, liderada por Sosa y el alcalde de Agüimes, Óscar Hernández. Uno de los impactos más relevantes fue que veintidós concejales de NC en diferentes ayuntamientos de la isla decidieron abandonar el partido para sumarse al nuevo proyecto.
Acusaciones de "traición"
Desde la dirección de Nueva Canarias, liderada en aquel momento por Román Rodríguez y con el respaldo de Ramírez en el Cabildo, la lectura de estos movimientos es clara: Sosa y su entorno han roto el contrato orgánico que exige la disciplina de partido y han pasado a un espacio competidor.
En su argumentario, se trata de “una traición ideológica” que obliga a tomar medidas también institucionales. Sosa figuraba entre los representantes de NC en el Cabildo, lo que acentuaba el conflicto.
Por su parte, Sosa ha defendido que su salida y la creación de Primero Canarias responden a una necesidad de “volver a la esencia nacionalista municipalista”, manifestando que su proyecto se define como “nacionalista, municipalista y progresista” y que no quiere ser “padre, hijo y espíritu santo” del partido.
Consecuencias políticas
La decisión de apartar a Sosa de la portavocía del grupo de NC en el Cabildo comporta al menos tres implicaciones políticas inmediatas. Por un lado, refuerza el liderazgo interno de la dirección de NC en la corporación insular, que busca atajar la hemorragia de base y dar una señal de contención ante la nueva formación de Sosa.
Además, desgasta el relato de unidad del nacionalismo progresista canario, fracturado ahora en dos bloques: el oficialista de NC y el emergente de Primero Canarias.
Por último, abre interrogantes sobre la gobernabilidad —¿buscará un cuarto mandato Antonio Morales?— y las alianzas futuras, ya que el Cabildo y los municipios de Gran Canaria se encuentran en un momento sensible ante próximas elecciones y posibles cambios de mayorías.
Nuevo tablero político
En definitiva, la votación contra Sosa en el Cabildo cristaliza un divorcio ideológico, orgánico y personal en el seno del nacionalismo canario.
Y deja claro que el tablero político en Gran Canaria entra en fase de reordenamiento: lo que antes era una hegemonía compartida se fragmenta y abre la puerta a nuevos equilibrios.
El reto para Nueva Canarias será poner en pie un relato propio frente al nuevo competidor municipalista, mientras que para Primero Canarias —y para Sosa— se abre la oportunidad de consolidar su proyecto y expandirse más allá de su base tradicional.
