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Marcelo Gullo, autor de 'Lepanto, cuando España salvó a Europa', habla sobre las declaraciones de la presidenta de México / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

Gullo: "La presidenta de México es muy valiente con Felipe VI, pero está de rodillas frente a Trump"

El analista y escritor argentino viajó este martes hasta el Archipiélago para participar en el Foro Canarias, un evento celebrado en el Hotel Santa Catalina

Marcelo Gullo (Rosario, Argentina, 1963) es doctor en ciencia política, analista y consultor en relaciones internacionales. Este martes viajó hasta el Archipiélago para participar en el Foro Canarias, un evento que tiene como objetivo articular a la sociedad a través de numerosas ponencias que permitan ver el mundo desde distintas perspectivas.

Durante el acto, celebrado en el conocido Hotel Santa Catalina, presentó su nuevo libro: Lepanto, cuando España salvó a Europa. En la obra, desgrana en clave geopolítica la Batalla donde peleó el escritor Miguel de Cervantes y donde el imperio otomano —contra todo pronóstico— perdió a pesar de contar con un ejército más numeroso.

Gullo concede una entrevista a Atlántico Hoy en la que, además, se muestra muy crítico con la invasión musulmana que desembocó en la creación de Al-Ándalus; así como carga contra la “leyenda negra” de la conquista de América y defiende el papel que desempeñó el imperio español.

[Pregunta] ¿Qué novedades aporta su libro sobre la Batalla de Lepanto?

[Respuesta] Sobre la batalla en sí misma han escrito autores extraordinarios y con mucha más autoridad. Yo pongo la batalla en el contexto geopolítico. Siempre digo que la historia nos ayuda a comprender el presente e intuir el futuro. El libro aporta las claves de interpretación.

La Batalla de Lepanto es un episodio clave para entender la historia de occidente. ¿Qué habría ocurrido si el resultado hubiera sido otro? En caso de que los árabes hubieran salido vencedores.

En primer lugar, que su santidad León XIV no estaría en Roma porque el Imperio Otomano habría conquistado primero Sicilia, después Nápoles, luego Roma y por último habría convertido la Basílica de San Pedro en la mezquita más grande del Islam porque es lo que juraron Solimán el Magnífico y su hijo.

¿Y en segundo lugar?

Por otro lado, para entender la importancia geopolítica de la Batalla de Lepanto, hay que preguntarse qué hubiese pasado si perdían. Francia, que se había aliado al Imperio Otomano, estaba preparando la invasión a España si perdían. Es decir, clavarle a España una puñalada por la espalda.

¿Qué habría supuesto?

La invasión francesa cruzando los Pirineos y la rebelión morisca iban a posibilitar el desembarco de la flota musulmana en Andalucía y la reconquista de ese territorio para el Islam.

Marcelo Gullo, autor de 'Lepanto, cuando España salvó a Europa' / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

Aquella época fue clave para construir la sociedad en occidente tal y como la conocemos hoy en día. ¿La población del sur de Europa (en España o Italia, por ejemplo) sería distinta con un resultado diferente en la Batalla de Lepanto?

Sería exactamente igual a lo que vemos en Argelia o en Egipto. De nuestras hermosas mujeres solo veríamos los ojos, eso lo dice todo. Tampoco tomaríamos una copa de vino con una tapa de jamón. Habría cambiado la historia por completo.

Decía usted antes que la historia ayuda a intuir el futuro. ¿Qué conclusiones ha sacado escribiendo este libro?

Es evidente que para la dirigencia política y religiosa del mundo islámico, que no para la gente común, la Batalla de Lepanto está inconclusa. Hay una parte que sigue soñando con convertir a la basílica de San Pedro en la mezquita más grande el Islam y con reconquistar Andalucía.

¿Qué vinculación tiene la leyenda negra, con la que usted se muestra muy crítico, y su libro sobre la Batalla de Lepanto?

Es una pregunta muy interesante porque yo escribí primero Madre Patria, después Nada por lo que pedir perdón y el último: Lo que América le debe a España. Hay una falsa historia contada por los enemigos de este país y muchos españoles la han adoptado: decir que España hizo todo mal siempre y que es una historia negra, mala.

¿A qué se refiere?

Ellos dicen que Lepanto fue una batalla insignificante y que no sirvió para nada. Siempre tienen una actitud negativa con respecto a la historia de España.

¿Ha tenido ocasión de visitar la Casa de Colón, en Las Palmas de Gran Canaria?

Sí, en mi anterior viaje. Me quedé enamorado de Canarias.

Marcelo Gullo, autor de 'Lepanto, cuando España salvó a Europa' / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

El edificio sirvió de alojamiento al conquistador a la hora de hacer escala durante sus viajes a América. Para muchos, sus visitas al continente abrieron la puerta a atrocidades, robos y muertes. Pero parece que usted no comparte esta teoría.

No lo comparto. Debemos preguntarnos: ¿por qué si España fue a robar decidió entonces sembrar América de hospitales? ¿Alguien que va a robar construye 110 hospitales gratuitos para atender a los indios? ¿Y por qué se llena México y Perú de colegios trilingües para los indios? Mucho antes que una gramática inglesa, había una quechua, guaraní o nahual.

¿Qué explicación le encuentra usted al discurso de los más críticos?

Pero si España fue ahí a robar y asesinar… Yo lo explico muy bien en mi libro Madre patria: [en ese caso] los pueblos llamados originarios tendrían que haber estado dentro del bando independentista. Pero resulta que combatieron en contra de Bolívar. Además, no quieren romper su vínculo con España, esa es la prueba completa de que la leyenda negra es falsa.

¿No hubo una cruzada contra el idioma?

España nunca quiso erradicar la lengua. Los norteamericanos, en cambio, mataban a todo el que fuera mayor de 12 años que se encontraran hablando español por la calle.

Este lunes nos despertamos con una noticia que no supone tampoco mucha novedad: la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, pidió al rey de España que pida perdón por la conquista. Algo parecido a lo que hizo López Obrador hace un tiempo. ¿Por qué en México permanece esa idea?

El caso de México es así porque la dirigencia mexicana es muy valiente frente al rey de España dado que está lejos. Entonces, se hacen los machotes delante de España que hoy no cuenta nada, pero están de rodillas frente a Estados Unidos. Si la señora [Claudia Sheinbaum] es tan valiente, debe pedirle a Donald Trump que pida perdón por haberle robado a México el 60% de su territorio.

¿Cómo fue la historia exactamente?

Los Estados Unidos, con el tratado de Guadalupe Hidalgo impuesto por la fuerza porque había ocupado militarmente la Ciudad de México, se quedó con 2.700.000 de kilómetros cuadrados. México perdió California, Nevada, Colorado, Nuevo México, Texas. El origen del subdesarrollo de México está en que ellos no supieron guardar la herencia recibida.

¿Qué sintió cuando el papa Francisco pidió perdón a México por los “pecados” durante la conquista española?

Entró en una contradicción con lo que él pensó toda la vida. Yo termino mi libro, Nada por lo que pedí perdón, con el discurso inédito del padre Jorge Mario Bergoglio el 25 de mayo de 1975. Allí hizo un discurso bellísimo e impecable donde reivindicó completamente la obra de España en América. Reivindicó a Isabel la Católica y a todos los conquistadores.

¿No cree que con los musulmanes, sobre los que hablábamos al principio, también existe cierta leyenda negra? Porque durante los 800 años que estuvieron en la Península Ibérica, trajeron avances en matemáticas, nuevos cultivos como el arroz, vocabulario o incluso el ajedrez.

Hay palabras en el español que son de origen árabe como aljibe o almohada. La verdad histórica es que la presencia de los árabes acá fue una invasión de un territorio que ellos no poseían ni les pertenecía. Seamos claros, los árabes nacen en la península Arábica y se expandieron por todo el norte de África imponiendo por la fuerza el Islam. Fue un imperialismo atroz. 

No todas las voces apuntan lo mismo.

Acá hay un mito creado por una falsa izquierda (que antes no era así) sobre Al Andalus, cuando en realidad era un régimen de apartheid donde si un musulmán mataba a un cristiano, no pasaba absolutamente nada. El testimonio de los cristianos y los judíos no valían nada. Pero hay una izquierda en España, lamentablemente, que odia lo que este país es.

¿A veces no está muy politizada la historia?

No es una cuestión ni de izquierdas ni de derechas. Hay datos objetivos. Hay que discutir, pero no se quiere hacer. Ambas cosas son un castillo de naipes: la leyenda negra sobre la conquista española de América y la leyenda rosa de la ocupación árabe son construcciones artificiales. Lo que no quiere decir que todos los españoles se comportasen bien en América, porque no hay un pueblo de ángeles.

Usted habla mucho del término insubordinación fundante. Cuando se asoma a la actualidad para conocer la situación internacional, ¿ve un panorama vendido a las élites?

Hay un establishment mundial que ha intentado imponer dos cosas que para mí son atroces. Han intentado imponer un modelo económico que va en contra de los trabajadores, por eso a partir de la caída del muro de Berlín no hay país europeo o hispanoamericano que no haya perdido todas las conquistas sociales que se consiguieron después de la Segunda Guerra Mundial.

¿Considera que los extremismos han ganado demasiado terreno en los países de Hispanoamérica?

Hay dos extremismos que tiene este establishment mundial para controlar a los pueblos. Uno es el fundamentalismo neoliberal y otro el fundamentalismo progresista. Hacen pasar a los pueblos de la olla a la sartén, pero sin que ninguno nunca deje de ser un fideo al que están cocinando. Las sociedades han sido sometidas, a partir de la caída del muro de Berlín, a un proceso de degradación material, económica y espiritual.

Este fin de semana hubo elecciones en Argentina, ¿cómo ve la situación política en su país?

Yo, particularmente, la veo de forma negativa.

¿Ese fundamentalismo neoliberal del que hablaba se lo podemos atribuir a Javier Milei? 

Sin ninguna duda.