Marco Aurelio Pérez (PP) vuelve a tener entre sus manos el bastón de mando para dirigir San Bartolomé de Tirajana. Conoce bien el municipio ubicado al sur de Gran Canaria después de haber sido alcalde en tres mandatos. En las elecciones celebradas el pasado 28 de mayo se propuso reeditar el cargo que ocupó hasta 2019 –cuando ganó las elecciones la socialista Conchi Narváez– y lo consiguió. Cinco meses después ha concedido una entrevista a Atlántico Hoy para hacer un balance de lo ejecutado hasta el momento y analizar varios temas de actualidad.
El popular hace una valoración positiva del trabajo que han realizado en el pacto de gobierno firmado con Coalición Canaria (CC). "Ha cambiado, de alguna manera, la perspectiva con la que la ciudadanía estaba viendo al Ayuntamiento", indica. Asegura que al llegar se han encontrado con "desidia y abandono" por parte del anterior grupo que estuvo al frente de la corporación municipal.
Inestabilidad exterior
"En estos primeros meses hemos solventado algunas cuestiones muy importantes. Podemos decir que hemos puesto en marcha un sinfín de contratos que estaban en parálisis administrativa. Poco a poco, están dando sus primeros frutos. Estamos viendo cómo determinadas instalaciones ya se están reparando como los colegios o las escuelas y parques infantiles", subraya Pérez.
Entre sus mayores preocupaciones está la situación de inestabilidad exterior porque puede llevar "a cambios en el negocio turístico". "El resto de las cuestiones son muy preocupantes pero las podremos solucionar antes o después. Lo que sucede fuera no está en nuestra mano arreglarlo", resalta.
[Pregunta] ¿Qué valoración hace de los primeros meses al frente del municipio?
[Respuesta] La valoración tiene que ser positiva porque hemos recobrado con muchísima ilusión el día a día en San Bartolomé de Tirajana y se ve que las cosas están avanzando. Ha cambiado, de alguna manera, la perspectiva con la que la ciudadanía estaba viendo al Ayuntamiento.
¿Cómo se ha encontrado San Bartolomé de Tirajana en relación a cuando abandonó la alcaldía en 2019?
Lo que hemos encontrado se resume en dos palabras: desidia y abandono. Ha habido una desidia absoluta para los temas municipales y en estar presente para todo lo que significa nuestro municipio. Así como un abandono del mantenimiento de las instalaciones e infraestructuras públicas.
Hasta el momento, ¿qué han podido solventar y cuáles son sus retos a corto plazo?
En estos primeros meses hemos solventado algunas cuestiones muy importantes. Podemos decir que hemos puesto en marcha un sinfín de contratos que estaban en parálisis administrativa. Poco a poco, están dando sus primeros frutos. Vemos cómo determinadas instalaciones ya se están reparando como los colegios o las escuelas y parques infantiles.
También hay otros contratos con resultados que vendrán más a medio plazo, pero que nos van a permitir que el sistema de salvamento y vigilancia en la playa esté renovado, en condiciones. Son innumerables cuestiones que tardaríamos mucho en enumerar y se están viendo por nuestros vecinos.
¿Se han encontrado entonces un municipio paralizado?
Yo siempre doy un dato de referencia. Los extintores de todas las instalaciones públicas, que son un elemento pasivo y de seguridad, la última vez que se cambiaron fue en 2019. Habían estado en 2020, 2021, 2022 y 2023 sin renovarse. Por lo tanto, estaban caducados. Es un ejemplo que podemos hacer extensivo al resto de las cuestiones.
En la última entrevista concedida a este periódico fue preguntado por la polémica que giró en torno al Congreso de Habilitados Nacionales y su respuesta fue que, si llegaba a la alcaldía, no levantaría alfombras. ¿Ha habido otros asuntos en los que sí haya tenido que sacudirlas para quitarles el polvo?
No. Nosotros cuando hemos visto cuestiones que no responden a los intereses municipales las hemos subsanado y les hemos dado la vuelta desde un punto de vista de solución para el municipio. Porque entendemos que perder el tiempo en sacudir alfombras no es algo que nos vayan a agradecer los vecinos. Ellos quieren que se les mejore la prestación de los servicios.
Canarias padece una importante crisis migratoria desde hace dos meses. El municipio se convirtió hace tres años en uno de los que más personas acogía en hoteles porque la pandemia permitió que se dieran esas circunstancias. Ahora la situación es distinta, ¿pero les inquieta llegar a una situación de colapso similar?
A nosotros nos preocupa mucho como ciudadanos y esa realidad que se vivió no debe repetirse. Así como la situación que se genera de cierta inseguridad que se pueda transmitir a los visitantes y que debemos evitar a toda costa.
Las Dunas de Maspalomas son transitadas cada día por muchas personas a pesar de estar prohibido. Aunque la competencia es del Cabildo, ¿hay sobre la mesa en el Ayuntamiento alguna medida para paliar esta problemática?
La custodia de las Dunas de Maspalomas es del Cabildo de Gran Canaria. Lo que hacemos es llegar a acuerdos y colaborar con ellos para que se puedan preservar. En este momento, está en camino un proyecto de cámaras. Es imposible tener 24 horas seguridad y vigilantes para advertir a las personas cuando son detectadas que deben salir de allí porque están incumpliendo la normativa.
Parece que no hay vuelta atrás y el puerto de Santa Águeda tendrá uso turístico deportivo como establece el Plan Insular de Ordenación (PIO). ¿Le parece justa la decisión del Gobierno regional?
Yo creo que no somos los políticos quienes debemos hablar de justicia o injusticia. De lo que tenemos que hablar es de quiénes son los que han cambiado la situación del planeamiento para que eso sea posible. Que el puerto de Santa Águeda pueda ser utilizado turísticamente solo es posible una vez que el PIO, en diciembre de 2022, cambia el uso que tenía de interés general, que es como estaba calificado, a puerto turístico.
Lo que sí me enfada es que aquellos consejeros o partidos políticos que votaron a favor de esa situación luego estén diciendo a los ciudadanos de El Pajar lo contrario. Hay que ser responsable con lo que se vota. Lo que no puede ser es tener a gente diciéndole a los vecinos que estamos en contra, pero luego tienen compañeros de partido en el Cabildo votando a favor de que sea posible.
¿De qué partidos estamos hablando?
Me refiero a Nueva Canarias, el PSOE y Podemos. Fueron los tres partidos que aprobaron el PIO de Gran Canaria con su voto.
Loro Parque dijo en su momento que si usted salía elegido como alcalde paralizaría el proyecto del Siam Park en El Veril. Sin embargo, en junio trasladaron su intención de seguir adelante. ¿Qué opinión le merece toda esta situación?
Yo suelo decir que la persona que más ha luchado para que el Siam Park fuera posible es quien les habla. En mi anterior etapa como alcalde, en 2015, aprobamos el Plan de Mejora y Modernización (PMM) que le daba cobertura. Esperamos que en esta legislatura seamos capaces de que ese parque inicie la andadura.
Está claro que el proyecto para construir un Maspalomas Arena que albergue a 5.000 espectadores es una iniciativa cuanto menos ambiciosa.
Hay instalaciones municipales que ya están obsoletas. El Pabellón de San Fernando tiene ya 40 años, basta con verlo para darte cuenta de cómo está. En unas condiciones de poco uso desde el punto de vista deportivo. Si hay que renovarlo se hace con una instalación acorde a los tiempos que vivimos y con las prestaciones que se exigen en estos momentos.
San Bartolomé de Tirajana es uno de los municipios turísticos por excelencia y el Gobierno de Canarias ha impulsado recientemente una ley para regular la vivienda vacacional. ¿Qué le parece?
Primero habrá que conocer el proyecto de ley, ni siquiera sabemos cuál es su articulado. Parece que son unos primeros pasos para regular la vivienda vacacional y yo creo que toda actividad que surge hay que regularla. Yo no soy de los que pide una regularización exhaustiva, pero sí unos mínimos de garantías.
¿Cuáles?
Nos podemos encontrar algunos operadores que venden el número justo y cuando llega aquí el consumidor final se encuentra que no hay producto. Hay que darle una garantía a quien compra por parte del que vende.
¿Qué posibilidades hay de que vuelva el servicio público de patinetas al municipio y se disipe el enfrentamiento que ha habido?
No ha habido ningún enfrentamiento. Simplemente es que nos hemos encontrado un montón de patinetas abandonadas en la vía pública. Si usted consulta los partes de la Policía Local verá patinetas abandonadas en las aceras, en las paradas de guagua o en los accesos de personas con discapacidad. Lo que ha hecho el Ayuntamiento es garantizar que la vía pública esté expedita. Todo negocio en San Bartolomé de Tirajana es bienvenido. Pero hay que cumplir con la normativa, no puede haber un uso de patinetas sin seguro, abandonándose en cualquier esquina… Porque eso no es posible, genera inseguridad a los transeúntes y merma la movilidad de nuestra zona. Y, por supuesto, no se pagan los impuestos que se deben abonar.
Otro problema ha sido tener que cerrar locales de ocio en Meloneras. ¿Les preocupa la situación?
Claro que nos preocupa. Estamos hablando de cierres que vienen dados porque hay denuncias de terceros que nos han llevado a tener sentencias firmes por parte de los tribunales y hay que cumplirlas porque si no estaríamos en un Estado sin normas.
La Asociación de Vecinos Amurga se reunió en verano con el diputado del Común para denunciar abandono por parte del Ayuntamiento. ¿Hay zonas del municipio que tengan motivos para sentirse desplazadas?
Nos parece muy bien que se reúnan y expongan sus problemáticas. Y, por supuesto, tener un tiempo para poder solucionarlas. Lo que sí ocurre es que, a lo mejor, con el anterior grupo de gobierno no se hicieron ningunas manifestaciones y de repente se exija al nuevo. Pero bueno, yo creo que en este caso las cosas están yendo por buen cauce.
¿Cuál es su mayor preocupación como alcalde en la actualidad?
La situación de inestabilidad exterior que nos lleve a cambios en el negocio turístico. El resto de las cuestiones son muy preocupantes pero las podremos solucionar antes o después. Lo que sucede fuera no está en nuestra mano solucionarlo.
¿A qué se refiere?
Estamos hablando de guerras en Europa o en Oriente Medio. De crisis migratorias, inflación o subida de intereses. En definitiva, son un montón de elementos importantísimos y exógenos a lo que es la vida municipal pero que influyen directamente en el negocio turístico.
Entiendo que el pacto va bien y en sintonía.
Cuando dimos la rueda de prensa para analizar los primeros 120 días de gobierno dije, por poner un refrán sobre la mesa, que el trabajo es salud. Y como estamos trabajando, el pacto está saludable.