La academia llora también el fallecimiento de Jerónimo Saavedra, primer presidente canario de la democracia. Estuvo vinculado al Departamento de Derecho Público de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) hasta su jubilación, en el año 2006. El Rector de la ULPGC, Lluís Serra ha querido destacar la gran relevancia de la figura de Saavedra, “un amigo al que acudí para asesorarme en múltiples ocasiones, por su papel destacado en el mundo académico, pero también en el mundo cultural de Canarias”.
Ángel Tristán, presidente del Consejo Social de la universidad, expresó también su pesar por la marcha del que considera uno de los “constructores más importantes de la Autonomía de Canarias y un gran impulsor del REF. Destacó, asimismo, su “talante conciliador y pragmático” que practicó en todas sus responsabilidades públicas.
Hombre de letras
Respecto a su carrera política, Tristán recordó la frase de Saavedra, en su discurso de octubre de 1985, en el acto de traspaso de competencias del Estado a Canarias: “a partir de ahora, solo será de nosotros el éxito o el fracaso de esta empresa” y es que Jerónimo Saavedra siempre huyó del victimismo, asumiendo la responsabilidad de todos los cargos públicos en los que estuvo, expone la universidad en un comunicado.
En el año 2022, Jerónimo Saavedra formó parte del proyecto editorial 'Diálogo Vivo ULPGC', que pretendía conservar, en distintos formatos textuales y audiovisuales, la memoria e historia de la ULPGC a través de la visión de las personas más significativas que han formado parte de esta institución en sus más de tres décadas de vida. Así, Jerónimo Saavedra participó en el cuarto volumen de esta colección, titulado ‘Manifestaciones y política en los inicios de la Universidad’, junto a Antonio Marrero Hernández y Lorenzo Olarte Cullén. Durante su participación en estos encuentros, Saavedra recordó los inicios de los estudios universitarios en Canarias y expresó su opinión sobre el funcionamiento actual de las instituciones universitarias en España y su importancia en la sociedad que las acoge. “Lo fundamental es que una Universidad tiene que funcionar con eficiencia”, destacó, al mismo tiempo que solicitó “mayor autocrítica” en los claustros para dotar a estas instituciones de un mayor prestigio social.