Vox Canarias enfrenta una desbandada interna con la dimisión de concejales y parlamentarios, entre ellos Marta Gómez, quien renunció en 2024 por el radicalismo en el discurso migratorio impuesto desde Madrid, o Miguel Rastrero, concejal en Puerto del Rosario, que dejó la formación de ultraderecha señalando que funciona como "Juego de Tronos, quieren gente muy sumisa". A esto se suma la creciente influencia de sectores ultracatólicos, vinculados al Opus Dei, que ha generado tensiones y una desconexión con la militancia y la realidad canaria. La crisis pone en jaque la estabilidad del partido en las Islas, debilitando su estructura y su futuro político justo cuando las encuestas le proyectan un aumento de apoyos.