La política grancanaria vive una nueva sacudida con la moción de censura en Valsequillo, donde el PSOE respalda un cambio de gobierno que afectará al alcalde Francisco Atta, de Primero Canarias. Este movimiento se suma a las censuras previas en Guía y Agaete, consolidando una tendencia que está tensionando las relaciones entre socialistas y primero canaristas, socios en el Cabildo de Gran Canaria y en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. La sucesión de pactos y rupturas pone en cuestión la estabilidad institucional en la isla y alimenta el debate sobre si los partidos están priorizando el reparto de poder por encima del interés ciudadano.
