La endometriosis es una enfermedad ginecológica crónica en la que el tejido similar al endometrio, que normalmente recubre el interior del útero, crece fuera de este, afectando órganos como los ovarios, las trompas de Falopio y la cavidad pélvica. Esto puede causar dolor intenso, menstruaciones irregulares, infertilidad y otros síntomas que impactan la calidad de vida de quienes la padecen.
Aunque su causa exacta no se conoce completamente, se cree que factores hormonales, genéticos e inmunológicos juegan un papel clave. El diagnóstico suele ser complejo y el tratamiento varía desde analgésicos hasta intervenciones quirúrgicas, dependiendo de la gravedad del caso.
"La endometriosis es el crecimiento del tejido de endometrio fuera de su sitio. El tejido endometrial es una telita que cubre el interior del útero y, en algunos casos, puede desplazarse hacia otras zonas, provocando la enfermedad”, explica la doctora Candelaria del Rocío García, especialista en ginecología del Hospital Quirónsalud Vida y el Centro Médico Quirónsalud Los Cristianos. “Este tejido puede implantarse en los ovarios, las trompas de Falopio, la vejiga, el intestino e incluso en la cavidad pélvica", concreta la doctora.
Síntomas y diagnóstico
Uno de los principales signos de la endometriosis es el dolor pélvico crónico, que suele intensificarse durante la menstruación. "El síntoma principal es un dolor punzante con la regla, conocido como dismenorrea. Este dolor suele situarse en el compartimento posterior de la cavidad pélvica, afectando al fondo de saco de Douglas, al ligamento ancho en su cara posterior y a los ligamentos uterosacros. También puede provocar molestias al defecar y durante las relaciones sexuales", señala la especialista.
Además del dolor, la endometriosis puede causar sangrados menstruales abundantes e incluso episodios de sangrado entre ciclos. También está relacionada con la infertilidad, ya que puede afectar la función de los órganos reproductivos.
Para diagnosticar la endometriosis, se requiere una evaluación médica especializada. "El diagnóstico se realiza a través de una exploración ginecológica, ecografía y, en algunos casos, resonancia magnética. Sin embargo, en situaciones donde las pruebas de imagen no son concluyentes y persisten los síntomas, la laparoscopia puede ser necesaria, ya que permite confirmar la presencia de la enfermedad", añade la doctora García.
Opciones de tratamiento
El tratamiento de la endometriosis varía según la severidad de los síntomas y el impacto en la calidad de vida de la paciente. "El tratamiento suele comenzar con medicamentos cuyo objetivo es adormecer las células que componen las lesiones. Se busca inducir un estado hormonal similar a la menopausia mediante análogos de la GnRH o simular un embarazo con anticonceptivos hormonales combinados de estrógenos y progesterona, o solo progesterona", detalla la ginecóloga.
Para el control del dolor, los antiinflamatorios no esteroideos pueden ser útiles. Sin embargo, la doctora García advierte que "el tratamiento médico no cura la causa de la enfermedad y, en un 90% de los casos, el dolor reaparece tras la suspensión del tratamiento". En estos casos, la cirugía puede ser una opción terapéutica. "La cirugía no solo puede ayudar a aliviar los síntomas, sino que también puede ser un método diagnóstico cuando las pruebas de imagen no han sido concluyentes", aclara.
Un enfoque multidisciplinario
Dado que la endometriosis es una enfermedad compleja y multifacética, su tratamiento requiere un enfoque multidisciplinario. Además del manejo ginecológico, puede ser necesario el apoyo de especialistas en dolor crónico, fisioterapia del suelo pélvico y atención psicológica para mejorar la calidad de vida de las pacientes.
En definitiva, la endometriosis es una enfermedad que puede afectar significativamente la vida de quienes la padecen. La detección temprana y un tratamiento adecuado son claves para mejorar el bienestar de las mujeres que conviven con esta condición. Como destaca la doctora García, es fundamental visibilizar la enfermedad y fomentar el acceso a diagnósticos y tratamientos oportunos para garantizar una mejor calidad de vida a las pacientes.
