La movilidad urbana es hoy uno de los principales frentes de debate en Santa Cruz de Tenerife. La necesidad de reordenar el tráfico, facilitar el aparcamiento, reducir la dependencia del coche y dar espacio a modos de transporte más sostenibles ha generado una transformación del espacio público que no está exenta de tensiones. Las decisiones sobre cómo se ocupan las calles, quién tiene prioridad y de qué manera se regula el uso del suelo urbano han cobrado un peso cada vez más político.
El ayuntamiento ha puesto en marcha medidas orientadas a ampliar la capacidad de aparcamiento en distintas zonas de la ciudad, al mismo tiempo que impulsa la regulación mediante zonas verde y azul, y reorganiza parte del viario para dar cabida a la bicicleta y los vehículos de movilidad personal. Estas actuaciones, comunes en muchas capitales españolas, se aplican aquí en un contexto urbano específico, con sus propias limitaciones de espacio, hábitos y resistencias.
En paralelo, el transporte público y el sector del taxi viven sus propios procesos de renovación. La incorporación de nuevas líneas, la modernización de la flota de guaguas y la demanda del ayuntamiento de llevar el Tranvía hasta La Gallega son parte del escenario actual. En el caso del taxi, las medidas adoptadas en los últimos años para ajustar el número de licencias, así como la relación del sector con el consistorio, han sido objeto de atención tanto dentro como fuera del ámbito profesional.
En esta entrevista, el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez expone la hoja de ruta del ayuntamiento en materia de movilidad, aparcamientos y transporte público. Lo hace en un momento clave, en el que la ciudad busca adaptar su modelo a las necesidades actuales sin perder de vista las particularidades del entorno urbano que gestiona.
No se paga en zona verde
PREGUNTA: Han anunciado aparcamientos nuevos por todo Santa Cruz, en solares, en calles del centro y en altura. ¿Cómo avanzan estos proyectos?
RESPUESTA: Lo primero que hicimos fue intentar modificar las ordenanzas para poder, dentro de los problemas que teníamos con los planes generales, hacer aparcamiento en altura. El Plan General anulado lo permitía, pero bueno, hemos tenido que buscar la posibilidad con modificaciones. Mientras tanto, hemos adquirido solares en algunas zonas porque no teníamos ninguna otra posibilidad. Concretamente, en la calle de La Rosa vamos a tener de aquí a final de año 70 aparcamientos en superficie, con posibilidad de llegar a ciento y pico en altura. Estamos redactando los proyectos para poder hacerlo con un coste alto, por cierto. También tenemos un proyecto para un parking en la Casa Pisaca, otro subterráneo en la zona de Almeida, más difícilmente ejecutable, porque el Ejército no nos permite hacerlo en superficie. Ya en la zona de la terraza Isla del Mar. La idea es, ya que quedó desierto el uso de terraza, tirarla y asfaltar y sacar allí otros doscientos y pico aparcamientos. También estamos intentando sacar en la zona de San Gerardo, en el antiguo colegio Rodríguez Galván, unas 300 plazas de aparcamiento más aproximadamente. Son proyectos a corto y medio plazo, el de San Gerardo lo podremos tener el año que viene. Es decir, nuestro objetivo con todos aquellos solares que podamos reconvertir en zonas de aparcamiento, es hacerlo.
También van a poner zonas verdes y azules de aparcamiento, ¿por qué ahora?
No hay otra que ordenar mediante una mayor rotación las zonas más tensionadas de aparcamiento. En la zona central tenemos un problema de rotación porque son muchos más coches los que quieren aparcar que las plazas que hay la única manera de ordenarlo es mediante zonas azul y verde. En la mayor parte de capitales de provincia de España, este sistema está instalado. En Las Palmas de Gran Canaria, por ejemplo. Como novedad, en la zona verde de Santa Cruz de Tenerife, el residente no va a pagar nada. Y va a tener prioridad para aparcar. Mientras que el que venga de fuera, sí tendrá que pagar conforme a unos horarios. Eso nos va a dar más posibilidades de aparcar. Hoy en día, te vas de vacaciones y puedes dejar el coche ocupando una plaza de aparcamiento y nadie te lo va a retirar. No parece muy democrático, ¿no? La novedad es que, en la mayor parte de capitales de provincia, en la zona verde también se paga, pero en Santa Cruz no. El residente en el barrio de La Salud, si ponemos la zona verde, tendrá prioridad para aparcar y no tendrá que pagar nada.
Carril bici
Pese a estos aparcamientos, una de las mayores quejas ciudadanas surgidas a raíz del carril bici es que, dicen, se están eliminando aparcamientos. ¿Cómo están gestionando ustedes el rechazo al carril bici y lestas acusaciones?
El relato del carril bici es muy sencillo. Hace 10 años no había patinetes y tampoco era común la existencia de bicicletas eléctricas o con asistencia. El Gobierno de España, Gobierno de don Pedro Sánchez, de la noche a la mañana, sin anestesia, autoriza los patinetes eléctricos y cualquier persona con uno, con la normativa vigente, puede ir por cualquier carril, conviviendo con coches o con guaguas. Eso no es una decisión del Ayuntamiento de Santa Cruz. La pregunta que yo me hago es: ¿podemos potenciar un vehículo de movilidad personal como el patinete o la bicicleta eléctrica si no le damos algo de seguridad? ¿Alguien cogería un patinete o una bicicleta eléctrica si tiene que convivir por la calle Méndez Núñez con los coches y las guaguas? Yo me lo pensaría, ¿no? Entonces, la única posibilidad es que, en una pequeña porción del viario con respecto a lo que existe para coche y guagua, podamos tener un carril separativo que le dé seguridad a esas personas. Y, en otra parte de las calles donde no sea posible poner un carril separador, las convertimos en calles de uso compartido donde se le baja la velocidad. En Santa Cruz, en unas 50 calles aproximadamente se ha hecho esa Red Ciclable y solamente dos kilómetros y medio son de carril bici. Eso sí, lo que yo veo es una resistencia al cambio de usar las cosas de otra manera. Esta resistencia ya la hemos vivido en Santa Cruz, por ejemplo en la calle San José cuando pasó a ser peatonal o en la calle del Castillo. La hemos vivido en muchas calles. Yo entiendo la resistencia al cambio, incluso puedo compartir que habríamos tenido que dar más y mejor información previa a la gente, pero desde luego que estos procesos de transformación se han producido en toda España.
Guaguas y Tranvía
Profundicemos en transporte público. ¿Cuál ha sido la política del ayuntamiento en transporte público, nuevas guaguas, nuevas líneas...?
Por habitantes, yo creo que no hay ningún municipio en Canarias que invierta más en transporte público. Estamos invirtiendo por encima de los 10 millones de euros anuales y para tenemos un contrato con la empresa Titsa . Lo que hay que exigirle a Tista es que nos dé el servicio que la ciudad paga. Tanto en número de frecuencias y kilometraje, como en el mantenimiento adecuado de las guaguas que nosotros compremos. Si hay algún problema que tiene que ver con el mantenimiento de guaguas, tendremos que revisar nuestra relación con Titsa. Y luego están las nuevas guaguas, que las financia el ayuntamiento. Estamos en un proceso de renovación de flota. Se han puesto nuevas guaguas, tanto híbridas como eléctricas, que hemos anunciado y que hemos puesto en marcha en función de las características técnicas que Titsa nos dice que tienen que tener. La apuesta por el transporte público también está en la apuesta por más frecuencias. Las últimas que se pusieron en marcha, fueron en horario nocturno a San Andrés, que no existían antes y era una vieja demanda de los vecinos, o las nuevas a La Gallega. Además estamos demandando al Cabildo de Tenerife que amplíe el tranvía a La Gallega. No vamos a abandonar a esos vecinos en ese objetivo, porque eso va a aumentar mucho la capacidad de conexión con transporte público del distrito suroeste. Hay cosas que el servicio público de guaguas no puede dar, por ejemplo un transporte público absolutamente puntual, como es el tranvía.
La bronca con el taxi
¿Y cuál es la apuesta que tiene el municipio por el sector del taxi?
Sobre el taxi, cuando llegué a la corporación, había un problema gordo de licencias. Teníamos muchas más de las que el sector podía asumir para que estuviera equilibrado económicamente. Por otro lado, la ciudad tenía el marchamo de ciudad muerta, donde no se hacían cosas, donde no había dinamismo. Y yo me puse en esas dos cosas, porque lo segundo también beneficia al taxi. A mayor número de actividades culturales en la calle, musicales, etcétera, más posibilidades de negocio para los conductores. Rebajamos el número de licencias de 1.087 a aproximadamente 700, rescatándolas con dinero público. Único sitio en toda España donde esto se ha producido con el 100% del dinero público, donde el taxista no ha tenido que poner ni un euro. Además hay más medidas, la mesa del taxi se inventó siendo yo alcalde. Yo siempre voy a tender al sector la mano al diálogo, aunque a veces noto que prefiere la bronca. Tampoco puedo admitir que la manera de llegar a un acuerdo sea ir a la manifestación y hacer pagar al vecino un asunto que podemos resolver en las mesas de diálogo. No me voy a someter a ese chantaje, ni tampoco los vecinos de Santa Cruz.