Hace algo más de un mes la joven Zahra Hajlouti López fue atropellada por el tranvía de Tenerife cuando cruzaba el paso de peatones en la Avenida Islas Canarias, falleciendo en el acto.
Desde hace una semana, Paula Sánchez -amiga inseparable y compañera de piso-, y otros amigos, han iniciado una recogida de firmas para lograr que se instale un semáforo en el lugar donde falleció Zahra porque, si bien es un paso de peatones, también existe una señal de tráfico que indica que la prioridad de paso la tiene el tranvía.
Recorrido habitual
“Zahra no iba mirando el móvil, como dice mucha gente”, comenta a Atlántico Hoy Paula Sánchez, indicando que el teléfono estaba dentro de su bolso cuando ocurrió el suceso, añadiendo, además, que la joven era muy responsable y prudente, “cruzaba a diario por ahí, como mucha más gente”.
Nos comenta la amiga que el pasado 30 de septiembre Zahra acababa de llegar desde Madrid y esa mañana le comentó que iba a ir a la autoescuela, situada en la rotonda cercana a donde ocurrió el deceso. “Salió a las diez de la mañana. Me dijo que iba a pagar la matrícula y que después iría al supermercado a comprar unas cosas. El accidente ocurrió a las diez y media, más o menos. En torno a la una del día me llamó la Policía para decirme lo sucedido”, señala.
Flores en su recuerdo
“Zahra no cruzaba sin mirar. Una persona que vio lo sucedido nos comentó que junto a ella, pero un poco más adelantadas, cruzaban otras dos chicas, pero a ellas sí les dio tiempo de pasar. Zahra iba sola, esas chicas no iban con ella y esa gente que dice que iban jugando, mienten”, explica.
De un lado a otro de la calle, en la zona del paso peatonal, las amigas han colocado ramilletes de flores envueltos en lazadas coloridas en los pivotes que delimitan la vía. También junto a una farola han improvisado un altar con flores, velas, lazos de colores y muchas fotos de su rostro sonriente.
Miran antes de cruzar
En el carril de bajada del tranvía y sobre el césped se ven flores secas donde quedó el cuerpo de Zahra. Un metro más abajo, junto al poste de la catenaria han colocado un ramo de pequeñas flores blancas en su recuerdo.
“En los varios días que llevamos aquí, casi una semana recogiendo firmas, vemos cómo la gente cruza fijándose en las flores y levanta la cabeza del móvil o atiende a la vía. Si hemos conseguido que miren al cruzar con cuatro flores, ¡qué es lo que no se podrá lograr si ponen un semáforo!”, exclama.
Vecinas de Santa Cruz
Paula y Zahra llevan viviendo en Tenerife desde hace algunos años en un domicilio cercano a donde tuvo lugar el atropello. Ambas amigas se conocen desde muy pequeñas. La madre de Zahra falleció víctima del covid, en plena pandemia y, por distintos motivos, ambas decidieron instalarse en la isla e intentar tener una vida mejor.
“Zahra trabajaba en un bar de Santa Cruz, era una persona muy tranquila y empática con todos. En su círculo más cercano era muy divertida. No me hago la idea de que ya no esté”, lamenta.
Un semáforo
“No queremos que su muerte sea en vano y ojalá logremos que se instale el semáforo, no solo en esta rotonda sino en la vía contínua de la Avenida Bélgica. Son cuatro carriles tras una curva y eso tampoco ofrece mucha seguridad”, matiza.
Nos comenta también lo mucho que les está costando recoger las firmas a través de la plataforma Change, no solo “porque mucha gente piensa que tiene que pagar y no es así. Firmar es gratis”, sino también por la poca colaboración que han encontrado en el Ayuntamiento.
Evitar más atropellos
“Fuimos a informarnos de cómo tenía que ser el proceso y solo nos dijeron que iniciáramos la recogida de firmas, ocupándonos nosotros mismos de imprimir las hojas, pero no nos dijeron cuántas se necesitaban ni qué más debíamos hacer”, explica un tanto contrariada.
Subraya Paula Sánchez que el semáforo ya no le va a servir a su amiga Zahra, “pero sí que puede evitar más atropellos como el de ella porque por aquí cruzan personas mayores, gente con muletas y niños. Si lo logramos e impedimos que vuelva a pasar habrá valido esta pena”, subraya.
Más seguridad en el cruce
“Algunos mayores nos han dado las gracias por lo que hacemos y comentan que ellos tienen miedo de que no les de tiempo cruzar”, añade. De momento los amigos de Zahra han logrado casi 400 firmas y piden al resto de la ciudadanía un poco de empatía y colaboración.
Insisten en mencionar que el trágico accidente cambió sus vidas cuando su amiga fue atropellada por el tranvía. “Este doloroso suceso destaca la urgente necesidad de mejorar la seguridad para los peatones en esta área”.
Se quejan de que, a pesar de la alta densidad de tráfico y transeúntes, esta zona carece de las medidas de seguridad necesarias para proteger a los peatones de accidentes como el que sufrió su amiga. “La colocación de un semáforo en este trágico cruce no solo es razonable, es esencial para evitar futuros accidentes e incluso para salvar vidas”.
