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José Manuel Bermúdez por Farruqo.

Bermúdez: el alcalde que soñó con ser periodista y terminó dirigiendo Santa Cruz de Tenerife

Del niño lector empedernido en Valleseco al regidor que lleva casi quince años al frente de la capital: la historia de José Manuel Bermúdez, marcada por la pasión por la política, la herencia de su padre maestro y la influencia de Adán Martín

El DNI de José Manuel Bermúdez Esparza dice que nació en Las Palmas de Gran Canaria un 23 de octubre de 1966. Pero basta con escuchar su relato para comprender que su vida pertenece por completo a Santa Cruz de Tenerife. Apenas tres días después de su nacimiento —su madre, grancanaria, quiso dar a luz acompañada por la abuela de la criatura en la clínica Santa Catalina—, se instaló en el barrio de Valleseco, donde transcurrió su infancia y buena parte de su juventud. Allí, en un entorno humilde, creció entre juegos en la calle, baños en la playa Acapulco y la complicidad de su hermano Jesús.

De aquel barrio, de sus olores y sonidos, nació una manera de entender la política y la vida que lo acompaña todavía hoy. Su abuelo paterno regentaba una pequeña venta en la que siempre encontraba la forma de ayudar a los vecinos, aunque no hubiera mucho en la caja. Su padre, maestro de profesión, fue concejal de Asuntos Sociales en el Ayuntamiento de Santa Cruz bajo el mandato de Manuel Hermoso. De ambos aprendió una máxima que se convirtió en brújula personal: “lo prioritario en la administración es ayudar al ciudadano y dar la cara". Todo lo demás es la guarnición del solomillo.

Murga y lecturas

Bermúdez fue un niño feliz. En Valleseco participaba en los juegos callejeros como uno más y se curtió en la playa Acapulco, donde aprendió a nadar. Cuando la familia se trasladó al barrio de La Salud, siguió regresando a aquel rincón costero que marcó sus primeras memorias.

En su nuevo hogar, dio rienda suelta a una pasión que lo acompañaría siempre: la música popular. Se unió a la murga Los Mamelucos, una experiencia que lo convirtió en parte activa del Carnaval santacrucero y que lo enseñó a perder parte de la timidez que lo caracterizaba. El carnaval no solo era fiesta: era identidad, crítica social y voz popular, algo que resonaría después en su vida pública.

El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, en una entrevista con Atlántico Hoy./ CEDIDA

Pero más allá de la música —ahí donde lo ven disfrutaba con el rock de Kiss—, Bermúdez tenía otra pasión: leer compulsivamente. Primero fueron los tebeos de Mortadelo y Filemón; después, los periódicos que llegaban a sus manos. Lo leía todo: noticias políticas, artículos de opinión, reportajes. Ese hábito lo llevó a soñar con convertirse en periodista.

El sueño, sin embargo, se topó con la realidad. En la Universidad de La Laguna, entonces, no se podía cursar la carrera completa y sus padres no podían costear estudios en la Península. Eligió Derecho, carrera que terminó en 1993 para alegría de su familia. Años después se especializó en gestión de empresas y acumuló diplomas en áreas de derecho administrativo y gestión pública.

La política, un imán 

Aunque su padre prefería verlo alejado de la política, el joven José Manuel se afilió con 18 años a la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI), germen de lo que después sería Coalición Canaria. La atracción por la vida pública fue inmediata, tal vez lo llevaba en la sangre —además de l trayectoria de su padre, en su familia materna su abuelo y su bisabuelo fueron alcaldes de Agaete—. Una tarde, en la sede del partido, Adán Martín lo “pescó” y le encargó una tarea aparentemente menor: anotar una votación en la pizarra. Ese gesto marcaría el inicio de una relación de mentor y discípulo que definiría su trayectoria.

Con 24 años fue nombrado consejero de Deportes del Cabildo de Tenerife, el más joven en la historia de la institución. Pero hubo una condición clara por parte de Adán Martín: debía terminar la carrera de Derecho durante su mandato. Cumplió con el compromiso, demostrando disciplina y capacidad de trabajo, dos características que lo acompañarían en adelante.

Salto a la alcaldía

En 2011, tras una trayectoria marcada por cargos internos en Coalición Canaria, José Manuel Bermúdez fue investido alcalde de Santa Cruz de Tenerife. Desde entonces ha ocupado el cargo —salvo un pequeño paréntesis entre 2019 y 2020—, convirtiéndose en una de las figuras más reconocibles de la política tinerfeña contemporánea.

Su primer mandato estuvo centrado en reducir la deuda del ayuntamiento, proyectos de modernización urbana, en reforzar la identidad cultural de la capital y en impulsar la participación vecinal. Revalidó la confianza ciudadana en 2015 y mantuvo el bastón de mando hasta 2019. Ese año, aunque Coalición Canaria obtuvo su mejor resultado con diez concejales, la socialista Patricia Hernández logró la alcaldía gracias a un pacto con Podemos y Ciudadanos. Bermúdez pasó entonces a la oposición.

José Manuel Bermúdez, alcalde de Santa Cruz de Tenerife, dio la bienvenida a los presentes en la entrega de los Premios Atlántico Hoy a las Mejores Iniciativas Empresariales. / TONY HERNÁNDEZ

No se dio por vencido. Apenas un año después, en julio de 2020, recuperó la alcaldía mediante una moción de censura, apoyada por Coalición Canaria, el Partido Popular y la concejal de Ciudadanos Evelyn Alonso. Fue un golpe de efecto que devolvió a Bermúdez al frente del consistorio.

En 2023 volvió a ser elegido alcalde gracias a un nuevo pacto con el Partido Popular, a pesar de que el PSOE fue la lista más votada. Con esa alianza, mantiene hoy un gobierno de coalición en una capital que conoce de memoria, barrio por barrio.

Discreto pero constante

Bermúdez se define como un político cercano. Su estilo no es el de los grandes discursos grandilocuentes, sino el de la constancia diaria, la escucha y el trabajo silencioso. Tímido por naturaleza, ha aprendido a sobreponerse a la exposición pública. Prefiere estar en la calle, conversar con los vecinos, responder preguntas incómodas si hace falta.

Su capacidad de adaptación ha sido clave. Supo rehacerse tras perder la alcaldía en 2019 y regresar con fuerza un año más tarde. También ha demostrado habilidad para tejer pactos con otras fuerzas políticas sin perder la identidad de Coalición Canaria en la capital.

Con formación jurídica y experiencia como abogado, aporta una visión técnica en debates sobre urbanismo, licencias o presupuestos municipales. Ese bagaje le ha permitido afrontar proyectos complejos, como la transformación de la antigua Refinería de Santa Cruz en el ambicioso plan Santa Cruz Verde 2030, considerado el mayor proyecto de regeneración urbana de Canarias.

Logros y retos

Entre sus principales logros figura el haber mantenido a Coalición Canaria como referente político en Santa Cruz durante décadas, incluso en momentos de retroceso electoral. También ha impulsado la modernización de espacios públicos, proyectos culturales y la mejora de la movilidad urbana.

El alcalde de Santa Cruz de Tenerife José Manuel Bermúdez y la concejal de Movilidad y Accesibilidad Universal, Evelyn Alonso./ CEDIDA

Detrás del político se encuentra el joven que cantaba en Los Mamelucos y soñaba con ser periodista. El hombre que aprendió de su abuelo que siempre hay una forma de tender la mano, y de su padre que la política es, ante todo, servicio público.

A lo largo de los años ha sabido conservar esa mirada cercana, aunque el despacho y las negociaciones de gobierno tiendan a alejar a cualquier alcalde de la calle. Bermúdez insiste en lo contrario: en que un regidor debe dar la cara, escuchar y responder. Hoy, tras casi quince años en la alcaldía, sigue viviendo la política como un servicio.

El alcalde que no se rinde

José Manuel Bermúdez es, en definitiva, un político de barrio con alma de gestor. Su carrera se entiende desde la fidelidad a su ciudad, a sus vecinos y a una idea simple pero contundente: un alcalde está para resolver problemas, no para esconderlos.

Lo que comenzó en Valleseco, entre juegos infantiles y lecturas voraces, se ha convertido en una vida entera dedicada a Santa Cruz de Tenerife. Entre aciertos y polémicas, entre pactos y desencuentros, el alcalde ha hecho de la constancia su mejor herramienta. Y aunque él mismo admite su carácter tímido, la historia política de la capital canaria no se entiende sin la figura de José Manuel Bermúdez, el hombre que convirtió una vocación temprana en el ejercicio más prolongado de liderazgo municipal en la ciudad.