El paso del tiempo nos cambia a todos. Evolucionan las sociedades y las preferencias y hábitos de consumo van evolucionando a la par que los avances sociales y tecnológicos. Sin embargo, es muy humano echar la vista atrás y recordar aquellos momentos o lugares que dejaron una huella indeleble en cada uno.
Santa Cruz de Tenerife ha tenido multitud de negocios míticos que han ayudado al desarrollo de la capital. No están todos los que son pero sí son todos los que están, y permitirá el lector la afrenta de no ver su negocio favorito en esta lista. No cabían todos, pero puede haber una continuación.
Las sugerencias serán bienvenidas, y también las fotos, porque por la naturaleza de este artículo no ha sido posible encontrar instantáneas de todos los negocios citados.
Plaza de toros
Depende de la edad de a quién se pregunte le dirá qué recuerda de la plaza de toros de Santa Cruz. Inaugurada en 1893 entre sus muros se vio torear a grandes figuras como Paquirri o Curro Romero hasta que a mediados del los años 70 se dejaron de celebrar corridas. Después pasó a albergar los actos del carnaval como galas de elección de la Reina o concursos murgas.
Los conciertos fueron también parte importante de sus eventos, con estrellas internacionales como Joe Cocker, Jerry Lee Lewis, Celia Cruz y nacionales como Mecano, Alejandro Sanz y Joaquín Sabina.
Albergó también veladas de boxeo y de lucha canaria, y en sus últimos años funcionó incluso como pista de patinaje y zona de juegos infantiles. Un espacio polivalente que muchos santacruceros echan de menos.
Los cines (Greco, Oscars, San Martín)
Los cines de la capital forjaron los recuerdos de varias generaciones de chicharreros, desde el teatro Baudet y el cine San Martín hasta el Greco y el Oscar, un binomio indisociable. En la calle Luis de la Cruz, donde se ubicaban estos últimos, aun se cuentan historias sobre aquellos que llegaban tarde a una sesión y cambiaban de cine en cuestión de segundos.
Churrería La Madrileña
No hay santacrucera millenial que no se haya quitado los zapatos para recorrer, desde las distintas fiestas de la ciudad, el camino necesario para llegar a la churrería La Madrileña el día 1 de enero. Aquellos que acompañamos veíamos en ello un ejercicio de inconsciencia hasta que el manjar llegaba a nuestras bocas. Todo cobraba sentido.
La Casa Portuguesa
Todo padre de la ciudad pasó alguna vez, hasta su cierre en los años 90, por La Casa Portuguesa en busca del regalo estrella para cumpleaños y navidades. Antes de que la calle de la Noria fuese el epicentro de la actividad social de la ciudad, aun se podía conducir por sus calles y se aparcaba sobre la acera -¡un segundo, señor guardia!- para recoger un pedazo de la ilusión de su hijos. Era tan popular que en la Rambla Pulido hubo un segundo local.
Discos Manzana
Aunque muchos no lo crean, hubo una época en la que una compañía discográfica canaria se hizo un hueco en el sector musical español. Manzana empezó como una tienda de discos y su éxito le llevó a lanzar su propio sello discográfico y producir LPs icónicos como Atlántida, la revisión que Los Sabandeños hicieron de su obra cumbre La cantata del Mencey Loco, que contó con la colaboración de artistas del nivel de Mario Benedetti con su inolvidable verseo en Techos de Cartón o la narración de Paco Rabal en la cantata.
Maya
La comunidad hindú es una parte indisociable del desarrollo económico de Santa Cruz. Tiendas de electrónica como Orly, Virginia, Elegance, Lalo o Gaby son nombres que todos hemos escuchado alguna vez.
Quizás el más iconíco de todos, por sus dimensiones era Maya, la precursora de los centros comerciales en Santa Cruz. De allí podías salir con casi todo: Ropa, música, electrodomésticos, juguetes, relojes, joyas, mecheros Dupont.. Hoy en día, en el edificio que la albergaba se encuentre un hotel de la marca AC by Marriot.
Heladería Marpi
Al final de la Rambla Pulido, por debajo del cine Víctor, se ubicaba la celebérrima heladería Marpi, con sus famosos cortes, lugar de paso para la mayoría de santacruceros. Antes de que el tranvía atravesase la céntrica calle, se circulaba por tres carriles. Raro era el momento del día que en el de la izquierda no hubiese un coche en doble fila para comprar una tarrina de helado.
El Almendro
En el barrio de Duggi se encontraba una de las hamburgueserías más famosas de la ciudad, sede no oficial de la murga Los Singuangos, que celebraban allí (en la calle frente a ella más bien, porque el espacio era muy pequeño) muchas noches del carnaval. Famoso también por sus vikingos, El Almendro cerró sus puertas hace pocos años.
Golfillo
Para muchos niños ir a la peluquería es el equivalente a una jornada intensiva en el dentista, por mucho que el local estuviese adaptado a los jóvenes y se dedicaran en exclusiva a cortar el pelo a ellos. Santa paciencia tenían las trabajadoras de Golfillo, en el centro de Santa Cruz, que tuvieron que aguantar gritos y llantos para poder hacer su trabajo. Muchas veces los trasquilones eran inevitables.
Galerías Preciados
Por incluir un clásico nacional con gran implantación en la isla tenemos que incluir a Galerías Preciados, cuyo edifico se convertirá, a finales de este mismo año, en el primer hotel urbano de Santa Cruz, el Innside by Melia. Antes de eso también sirvió como sede de El Corte Inglés cuando esta absolvió la marca.
