La Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife lleva años durmiendo el sueño de los justos, pero esa situación parece tener los días contados. El próximo lunes hay programado un encuentro decisivo: los propietarios del inmueble han solicitado una reunión con la Gerencia Municipal de Urbanismo, en la que se espera que comuniquen formalmente que el Cabildo de Tenerife ha dado el visto bueno a una de las propuestas que han planteado para la plaza. Así lo ha confirmado a Atlántico Hoy la concejal de Urbanismo, Zaida González: "En esa reunión, entiendo que nos van a comunicar la decisión del Cabildo de haberle dado el visto bueno a una de las ofertas o las propuestas que plantea la propiedad".
La edil destaca que este paso permitirá desbloquear la parálisis en la que esatá sumida la plaza: "Se ha obtenido el acuerdo final entre los propietarios y el Cabildo de Tenerife sobre el objetivo que tiene que cumplir la Plaza de Toros y cuáles son las características que tendrá en el futuro". Añade que este entendimiento "facilita el trabajo a la hora de elaborar el plan especial, porque el Cabildo tiene mucho que decir en materia de patrimonio histórico".
Retrasos y retrasos
Ahora bien, ese paso no es el único que queda por dar, pues el Ayuntamiento de Tenerife se ha encontrado con un importante retraso en materia de ordenación de la zona. La recuperación de la plaza depende del avance del Plan Especial del Conjunto Histórico del Barrio de Los Hoteles-Pino del Oro, cuya tramitación ha acumulado varios años de atrasos. González recuerda que el primer retraso comenzó con la decisión del Cabildo de ampliar el ámbito de aplicación del plan: "Hubo un primer retraso porque se amplió el ámbito. El plan estaba destinado a un ámbito específico y el Cabildo lo amplió".
Inicialmente concebido con un ámbito limitado, el plan se vio alterado en 2017 cuando el Cabildo de Tenerife solicitó ampliar su cobertura para incluir, entre otros elementos, la Plaza de Toros, lo que implicó reiniciar parte del proceso y someterlo a una nueva evaluación ambiental. En 2019, el Gobierno de Canarias aprobó el Documento de Alcance del Estudio Ambiental Estratégico, que impuso la obligación de analizar expresamente la unidad paisajística de la plaza y su entorno, añadiendo requisitos técnicos que han ralentizado la tramitación.
En un intento por avanzar, el Ayuntamiento licitó en 2023 la redacción del documento actualizado a una empresa externa, que debía entregar el borrador en abril de 2024. Sin embargo, tal y como explica ahora Zaida González a Atlántico Hoy, la Gerencia de Urbanismo ha detectado que la documentación se entregó con retraso y está incompleta, por lo que está valorando asumir internamente la finalización del plan para poder llevarlo a aprobación inicial. En cualquier caso, el plan no estaría aprobado hasta comienzos de 2026.
Propietarios frustrados por el bloqueo urbanístico
Mientras tanto, los propietarios, que llevan años sin poder desarrollar ninguna actividad sobre el inmueble, sienten cada vez más hartazgo. La imposibilidad de intervenir sobre el edificio —por estar fuera de ordenamiento— les obliga a mantenerlo sin ingresos y les deja en desventaja ante la opinión pública, que exige soluciones que ellos no pueden ejecutar.
Además, la venta de la plaza es extremadamente compleja. Se trata de una sociedad con cerca de un centenar de accionistas, y aunque ha habido múltiples interesados en su adquisición en los últimos años —entre ellos el empresario Juan García Padrón, ya fallecido— la falta de planeamiento dificulta enormemente cualquier operación: lo que se ofrece en el mercado no es más que un edificio sin uso legal posible y pendiente de regularización.
Un proyecto ya redactado, pendiente de desbloqueo
A pesar del parón administrativo, los actuales propietarios ya disponen de una propuesta urbanística concreta, con planos e informes preparados. No obstante, han decidido no hacerla pública hasta que el ordenamiento lo permita. No hay que vender la piel del oso antes de cazarlo.
Lo que sí está acordado con el área de Patrimonio del Cabildo es el mantenimiento de la fachada original y la mejora del trazado urbano de la Rambla. El tratamiento de la cubierta del edificio aún no está cerrado, pero forma parte del proyecto ya elaborado.
Esta planificación responde a los criterios marcados por el Documento de Alcance del Estudio Ambiental Estratégico aprobado en 2019, que exige el análisis específico de la unidad paisajística de la Plaza de Toros y su entorno dentro del plan. La necesidad de cumplir con esta normativa ha contribuido a la lentitud del proceso, que sigue condicionado por exigencias patrimoniales, técnicas y ambientales.
Una historia marcada por el enfrentamiento institucional
El retraso del planeamiento también ha estado influido por años de tensión entre el Ayuntamiento de Santa Cruz y el Cabildo de Tenerife. En 2021, el pleno municipal rechazó otorgar un grado de protección como Bien de Interés Cultural (BIC) a la Plaza de Toros, pese a los informes técnicos favorables a su valor histórico. El Cabildo, sin embargo, amplió el ámbito de protección y lo integró en el conjunto histórico de Los Hoteles-Pino del Oro.
El Ayuntamiento ha llegado a pedir al Gobierno de Canarias que revise esa protección, argumentando que limita innecesariamente el desarrollo urbanístico. Incluso ha planteado posibles acciones legales por considerar que se ha impuesto una protección excesiva sin consenso institucional. Esta disputa ha mantenido en el limbo normativo a uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Con la reunión del lunes sobre la mesa y el respaldo del Cabildo ya cerrado, el Ayuntamiento y los propietarios confían en que el plan urbanístico entre por fin en fase de aprobación. Solo entonces se podrá conocer el proyecto completo que devuelva la Plaza de Toros a la vida pública de Santa Cruz.
