Como ya se sabe, la tasa de basura tendrá un ascenso bastante alto de cara al próximo año en todos los municipios de Canarias, por lo que no es complicado de suponer que serán las economías más vulnerables, comunidades y pequeños negocios los que sufrirán el mayor impacto económico.
A lo largo de este 2025, los distintos ayuntamientos han ido comunicando la subida prevista a partir de enero de 2026, acuerdos que se han alcanzado en sesiones plenarias en municipios con más de 5.000 habitantes.
Incremento del 50%
Recientemente, diferentes corporaciones locales han comunicado la subida del tributo y, aunque muchas personas aún no se han enterado, los que sí lo han hecho no han sentido el golpe por igual. En barrios con familias que perciben bajos ingresos, el incremento se traduce en menos dinero para cubrir necesidades básicas, menos inversión en comercio local y menos capacidad para sostener iniciativas sociales que dependen de la gestión pública.
En concreto, hace unos días el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife anunciaba el incremento en esta tasa municipal. El responsable de Hacienda en la corporación local, José Alberto Díaz Estébanez, destacaba el aumento del 50% en el recibo para los hogares del municipio.
Valor catastral
Aparte de las viviendas, la tasa de basuras se aplica a los establecimientos y locales que, independientemente de su naturaleza (lucrativa o no), generan residuos.
En declaraciones a Atlántico Hoy, el edil municipal ha distinguido entre la tasa de Basura Vivienda y la tasa de Basura Negocio, apuntando que la tasa que afectaba a todos los hogares por igual, ahora estará sujeta a una progresividad fiscal dependiendo del valor catastral del inmueble. En lo relativo a negocios se tendrá en cuenta a la hora de aplicar la tasa el uso del mismo.
Rentas bajas
Si bien es cierto que el Ayuntamiento ha contemplado medidas para aplacar el impacto de la subida impositiva en “familias en riesgo de exclusión social o familias numerosas”, otros colectivos, como el de los pensionistas, han mostrado cierto disgusto al enterarse de la subida.
“No me había enterado de esto, no sabía que iba a subir tanto la basura”, responde una vecina de la capital, pensionista, al interesarnos por su opinión. Comenta, con pesadumbre, que subir el doble en el recibo “es una faena porque se come la subida de mi pensión de todo el año. No gano tanto”, dice algo asombrada.
Pensionistas
Añade la vecina que ella vive sola y depende de su pequeña pensión “ya estrecha”, con lo que se reduce su margen de disponibilidad para alimentos, medicina o servicios básicos.
“Tendré que gastar menos en agua y luz, y si me caigo en el pasillo que me tiren a la basura. ¡Más gasto para ellos!”, añade con determinación, mientras sonríe, añadiendo que “como la cosa siga como va, vamos a tener que ir a pedir a Cáritas para poder pagar la basura”.
ONG y autónomos
Con la atención puesta en las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), el “basurazo” -como así se empieza a denominar al incremento del tributo-, contempla bonificaciones y algunas podrían recaer en determinadas de estas organizaciones, si cumplen los requisitos establecidos en la propia Ordenanza municipal, pero lo habitual es que no estén exentas del pago, ya que se clasifican dentro de las actividades comerciales o de negocio que generan residuos sólidos urbanos.
Otras bonificaciones que desaparecen en la nueva ordenanza es la referida a la de la concurrencia de cuotas cuando un mismo inmueble se destina simultáneamente a vivienda y actividad económica, lo que también va a afectar a pequeños autónomos y a su economía.