El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife es fiesta, disfraces, colores, bailes y concursos, pero también hay actividades inherentes a la gran fiesta chicharrera cuya llegada todos esperan. Se trata de la feria, que para 2025 cambiará su ubicación en el antiguo intercambiador y los aparcamientos paralelos a la avenida de la Constitución.
Según ha podido averiguar Atlántico Hoy el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife trasladará la emblemática feria a los terrenos de la Autoridad Portuaria, entidad con la que la relación ha cambiado radicalmente en esta nueva legislatura.
Así lo ha confirmado porsteriormente Puertos de Tenerife al remitir la convocatoria del anuncio del cambio de ubicación de la feria para este miércoles, 20 de noviembre.
La posibilidad se empezó a barajar el pasado mes de julio con la consecución de distintos eventos de gran calado, como los festivales de Tenerife Music Festival y el Cook Music Fest, y más recientemente con los I Love reggeaton y Love the 90's, además del concierto de Aventura, en lo que es una muestra más de la nueva colaboración Puerto-Ciudad.
Entonces, la decisión de sacar la feria de su ubicación habitual a lo largo de la Avenida Marítima ya estaba tomada por motivos de seguridad, pero sobre todo por la nueva licitación de la terraza de ocio ubicada en el entorno de las grandes atracciones y por los proyectos futuros en la antigua estación de guaguas.
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A pesar de que en pleno verano la explanada del puerto parecía la mejor opción para el traslado, no fue hasta la reciente reunión del 6 de noviembre entre el Ayuntamiento de Santa Cruz y la Autoridad Portuaria cuando se empezó a valorar la opción portuaria como definitiva. Desde entonces, ambas administraciones han stado buscado la fórmula ideal para que la explanada absorbiera la feria, como así se hará a partir de este 2025.
Hay que tener en cuenta dos aspectos del nuevo contexto. Una, que la feria dejará de estar en suelo municipal y pasará a suelo de la Autoridad Portuaria, por lo que habría que establecer las bases del acuerdo sobre esta premisa. La otra, que no es lo mismo un evento de un fin de semana como son los festivales y uno que ocupe durante un mes y medio todo el espacio.
El cambio
La disposición habitual de la feria, por el espacio en el que se ubica, generaba estrecheces, sobre todo en su zona donde se colocan las atracciones y demás actividades recreativas infantiles. Problemas de paso para las familias por las colas, la incomodidad de la acera o la propia falta de iluminación no generaban el mejor de los ambientes.
Ahora, en lo que es un ejemplo más de la colaboración puerto-ciudad, las instituciones trasladan todo el contexto feriante a los 24.000 metros cuadrados que ofrece la explanada del puerto.
Una medida que, a falta de confirmación oficial, no ha gustado al sector local de feriantes.