Las restricciones al consumo de agua que afectaban a los barrios de La Gallega, Llano del Moro y El Sobradillo, en el Distrito Suroeste de Santa Cruz de Tenerife, han sido levantadas, según ha informado este miércoles el Ayuntamiento capitalino junto a la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz (Emmasa).
Los cortes y limitaciones se originaron tras la detección de niveles elevados de flúor en el agua, un problema relacionado con la sequía y con la reducción del caudal de los canales de Araya, Río Portezuelo y el trasvase Los Dornajos-Baldíos. La situación obligó a restringir el uso de agua potable durante meses, afectando a más de 19.000 residentes.
Desalación
El restablecimiento del servicio sin restricciones ha sido posible gracias a la culminación de las obras de canalización entre Ofra y El Chorrillo, que permiten abastecer a la zona con agua desalada producida en la Estación Desaladora de Agua de Mar (EDAM) de Santa Cruz.
El alcalde, José Manuel Bermúdez, subrayó la importancia de esta infraestructura, que se ha finalizado seis meses antes de lo previsto, y destacó que la zona ya no dependerá del agua procedente del norte de la isla. “Es un paso importantísimo en la gestión del ciclo integral del agua”, afirmó.
Aumentar el uso de agua desalada
Por su parte, el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife, remarcó que esta obra forma parte del plan estratégico para aumentar el uso de agua desalada y reutilizada, reducir la dependencia de recursos externos y prevenir futuras restricciones.
Con esta medida, el Ayuntamiento espera dejar atrás un periodo de incertidumbre y molestias para los vecinos, garantizando un suministro más estable, seguro y sostenible para el futuro.
