Podemos se ha quedado sin diputados nacionales en Canarias. O, por lo menos, temporalmente. El anuncio de Meri Pita, diputada por Las Palmas, de abandonar el grupo de Unidas Podemos y adscribirse al grupo mixto debido a discrepancias internas con la cúpula de la organización ha provocado que el partido morado tenga una necesidad urgente de cubrir el escaño vacío de Alberto Rodríguez. No solo Podemos, sino el gobierno de coalición. Un diputado menos era ya un mal importante. Dos es un problema de mayor envergadura.
Pita abandona el grupo de la formación en el Congreso entre acusaciones de "caza de brujas" y persecución al disidente. Desde Podemos, le llaman tránsfuga y le piden que deje el acta de diputada. Pero Pita es firme: el acta es un "contrato" con la ciudadanía de Canarias que votó por un proyecto, y ella se quedará en el Congreso para seguir defendiéndolo, aunque desde fuera del partido.
Se alejó de la cúpula tras el último Vistalegre
La ahora diputada del grupo mixto no siempre estuvo alejada de la cúpula de Podemos. De hecho, fue secretaria general de la formación en el Archipiélago entre 2015 y 2017 y, desde los inicios del partido, afín a la dirección de Pablo Iglesias. En 2020, todavía formaba parte del Consejo Ciudadano Estatal. Pero fue a partir del último Vistalegre cuando Pita dejó formar parte del núcleo del partido y sus divergencias con la cúpula, hasta entonces palpables, comenzaron a hacerse una obviedad.
"La primera vez que Podemos Canarias me ha hablado en tres años ha sido en una carta para informarme que me suspendía la militancia", aseguró el lunes durante la rueda de prensa. Una tensión con su formación a nivel regional que refuerza la ya existente con Podemos estatal. La decisión, en palabras de la diputada, ha sido "excepcional" y "profundamente decepcionante".
Yaiza Gorrín firmó la carta
La semana pasada, se hizo pública la decisión de Meri Pita, que había remitido una carta al interno del partido explicando su decisión, secundada por más de una decena de cargos de la formación. Yaiza Gorrín, concejal de Podemos en la oposición del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, fue una de las firmantes.
"Firmé esa carta porque estaba totalmente de acuerdo con lo que dice", explica Gorrín a Atlántico Hoy, añadiendo que "su decisión es dura, pero no se entiende en la calle". La concejal comenzó a militar en Podemos hace años, ilusionada por el surgimiento de los círculos y por la participación ciudadana. "Yo nunca había participado en política. Comentaba las cosas con mis amigas cuando íbamos a tomar un café, pero no militaba en ningún sitio", dice. Ahora, como Pita, se siente decepcionada.
Faltas de respeto a los círculos
"Desde 2015, han pasado muchas cosas en Podemos Canarias que han sido faltas de respeto a los círculos. Antes creía que era algo regional, pero después empecé a ver que Podemos estatal iba en la misma línea. Desde hace meses, se perciben cambios en Podemos, pero el que no ha participado en el partido desde sus inicios no entiende esto", explica Gorrín.
La concejal cuenta a Atlántico Hoy que el problema no está en lo ideológico, sino en el funcionamiento interno de la organización. "A Meri le han bloqueado sus iniciativas, no le han dejado trabajar. Hace unas semanas, fue Sofía Castañón [de Asturias] al Congreso a hablar en nombre de Canarias y a Meri ni siquiera le avisaron", comenta Gorrín. "Yo entiendo que no es fácil articular un partido que surge tan rápido y que atrae a tantas personas que no se habían acercado a la política. Pero, si tienes documentos que se incumplen, en los territorios hay problemas, se cierran los espacios de debate, hay enfrentamientos internos... Te acabas desgastando", dice Yaiza, que cuenta que hace un año ella misma quiso abandonar el partido.
No teme represalias
"En marzo de 2021 redacté mi carta de dimisión, pero el consejo del círculo de Santa Cruz me pidió que no la presentase", cuenta a Atlántico Hoy. La última vuelta de tuerca en Podemos, que afecta ahora a Meri Pita, le ha llevado a volver a plantearse abandonar el partido. "En estos días valoraré con las personas del círculo de Podemos en Santa Cruz si me quedo o no en el Ayuntamiento", explica.
La concejal en Santa Cruz insiste en que entiende que, a nivel de calle, estas decisiones no se comprendan porque los votantes no ven lo que hay a lo interno. "Desde hace mucho, no hay espacio de debate y no se ve autocrítica por parte de Podemos. No se ha pedido perdón a la militancia", explica Yaiza Gorrín, que añade que "cuando pides explicaciones, te dicen que eso es volver al pasado, que eso destruye y no construye". Respecto a que su firma le traiga consecuencias, Gorrín lo tiene claro: "No tengo miedo a que haya represalias. No me gustaría que me expulsasen [por secundar a Meri Pita], no quiero salir por la puerta de atrás pareciendo una caradura, pero no me sorprendería que pasase".
Podemos niega una crisis
El paso al grupo mixto de Meri Pita ha dejada lastrada la representación del partido morado en el congreso. Desde su cúpula, aunque no le restan importancia, aseguran que es una situación que solo se circunscribe a Canarias. Así, el coportavoz de Podemos Pablo Fernández negó este lunes que la marcha de Pita al grupo mixto del Congreso suponga "ningún tipo de crisis" en su organización. Sin embargo, la necesidad de cubrir al menos una de las vacantes se ha vuelto imperiosa. Acerca de quién debería ocupar ese escaño, sin embargo, Fernández indicó que es algo que "atañe a los compañeros de Canarias" de su partido.
En opinión del coportavoz de Podemos, el escaño "corresponde a los 140.000 canarios que votaron a Unidas Podemos", por lo que si Pita mantiene el acta comete "un claro acto de transfuguismo", el cual, ha dicho, no pueden denunciar ante el Pacto Antitransfuguismo al estar este acotado para los niveles municipal y autonómico.