11:00 de la mañana.
El Gobernador Civil en Santa Cruz de Tenerife recibe un telegrama del alcalde de Icod de los Vinos.
"Según informes telefónicos recibidos hay señales evidentes erupción volcánica faldas sur Teide en montaña las Cruces. Acabo llamar Alcalde Guía por teléfono para conferenciar. Comunicaré V. E. toda clase detalles relativos tranquilidad este vecindario. Ruégele declare permanente esta oficina telegráfica."
17:50 horas.
El alcalde pedáneo de La Vega informa al del pueblo de Icod de la aparición de humo, acompañado de ruido, sobre las montañas de Venchegue y La Botija. Creen que son sacudidas sísmicas. Alerta de la gran alarma que existe entre los habitantes de la parte alta del Valle.
18:30 horas.
El alcalde de Icod, que ha recibido una llamada del del Valle de Santiago, transmite por telegrama al Gobernador Civil nueva información. Hay grandes detonaciones en las proximidades de Chajorra. Solicita la llegada de vehículos, así como la de dos buques para, en caso necesario, iniciar evacuación del valle desde la Playa de San Marcos.
18:45. Llega un nuevo telegrama, esta vez del alcalde de Garachico:
"Cunde alarma este pueblo por haber explotado montaña denominada de las Flores, la cual arroja materias incandescentes. Se ignora qué dirección tomó lava. Envío personas indagar sucesos. Daré cuenta tan pronto averigüe".
23:20. El alcalde de Icod vuelve a informar:
"Peones que bajan montaña, asegúranme que lava corre dirección Santiago por barranco Los Ovejeros. Este dato coincide con Guía, quien comunica que por montaña Chinyero se ve ya correr franca la lava hacia dicho pueblo, el de Santiago".
Sólo acababa de empezar la "fiesta". Es el primero de los 10 días que duró nuestra última erupción volcánica.
Afortunadamente, la incertidumbre inicial dio paso a la tranquilidad, la curiosidad y el asombro. Esto escribía el Diario "El Progreso" el 25 de noviembre:
"Los touristas que antes iban a Nápoles y a Sicilia, ya vendrán aquí a ver y contemplar las portentosas llamaradas que nos unen con el cielo, esparciendo en el espacio un reguero de luces de tan extraños colores, que son el asombro de propios y extraños. ¡Vengan pues, los amantes de la naturaleza, a contemplar tal maravilla para que luego sus plumas de oro y sus lenguas de sabios digan al mundo civilizado que en Tenerife, la Isla de los inmensos jardines, de los climas suaves, del ambiente vivificante, de las nieves perpetuas, de las aguas cristalinas, de los barrancos profundos, de los valles perfumados, del Teide gigante, no se pone ya el sol; de día el astro luminoso; de noche, la inmensa llamarada de la cima del Chinyero."
Postal de la erupción del Chinyero (1909)