-Pero qué pesado que eres. Que te digo que el primero que trajo las pencas con cochinilla a Tenerife fue Don José Quintero Estevez. Que leo leí.
-¿Dónde lo leíste?
-¡En el "Eco de la Juventud"!
-¡Pues te digo que el "Eco de la Juventud" está equivocado!
-Claro, vas a saber más tú que el periódico.
-Pues sí, porque yo leí una cosa distinta en otro periódico.
-¿En cuál?
-En "La Aurora".
-¿Y qué dijeron en "La Aurora"?
- Que fue su tío, el Canónigo Isidro Quintero.
- ¿Y cómo trajo las pencas para acá?
- Resulta que había estado en la provincia de Oaxaca, en América, y vio allí las plantaciones de cochinilla, que dan tanto dinero. Y pensó que se darían bien en las islas.
-¿Y se trajo las pencas de allá?
- No, no. ¡De Cádiz!
-¿Ya había plantaciones allí?
-Sí. Era amigo del director de una plantación de cochinilla en Cádiz, y tuvo la ocurrencia de pedirle una penca semillada para mandarla a Tenerife. Pero como Don Isidro se tenía que embarcar, le dejó el encargo hecho al Señor Monteverde, que consiguió otras dos pencas más, una para un sobrino suyo, y otra para el Consulado de Santa Cruz, y las mandó para la isla. ¿Y sabes qué?
-¿Qué?
-Que las tres pencas originales que llegaron primero a Tenerife llegaron en la misma fragata que trajo a su Ilustrísima Señoría el Obispo.
-¡No me jodas!
-Sí, sí.
-Y entonces es donde aparece en la historia el Señor José Quintero Estévez, que el Consulado mandó al puerto para que recogiera las pencas.
-¡Ah! Vaya...
-Y el jodido hay que decir que se quedó para sí la mejor, y que a Don Isidro dejó la más menguada, que es la que se plantó en la huerta del Señor Megliorini. ¡La primera!
-¡Pues no conocía todos esos detalles! Yo tenía entendido que la primera fue allí, sí, pero que la plantó Don José Quintero junto a Santiago de la Cruz.
-No. La primera fue la del Canónigo Isidro Quintero, como te digo. Al Señor José Quintero Estévez le corresponde, eso sí, el haberla introducido y propagado por el Valle de Güímar. Pero hombre, al césar lo que es del césar....
- Bueno, también dicen que debió tener algo que ver el Señor Berthelot. Cuentan que él, ya en 1820, paseando por los alrededores de Santa Cruz, comentó que estos suelos serían buenos para plantar chumberas e introducir la cochinilla, que no se conocía aquí, y que seguro que proporcionaría riquezas inagotables a Tenerife y a Canarias....¿lo que cuentas cuando sucedió? ¿1823, no?
- Sí. Y la verdad es que, tratándose del Señor Berthelot, eso no se puede poner en duda. Sin embargo, sea quien sea el de la idea, la verdad es que fue maravillosa.
-Sí. Porque ahora, en pleno año 1847, ¿te imaginas la economía y el paisaje del Archipiélago sin este cultivo del que dependemos?
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Conversación ficticia, imaginada por un servidor, basada en los dos artículos publicados en "La Aurora" y "El Eco de la Juventud" en el año 1847.