El primer duelo del Heliodoro

El 25 de julio de 1925 fue un día muy especial para Santa Cruz de Tenerife: el de la inauguración de su emblemático Stadium, que tantas tardes de fútbol ha deparado.

Guardar

Featured Image 16861
Featured Image 16861

25 de Julio de 1925. Hoy es una fecha memorable para Santa Cruz de Tenerife.

El redactor de La Gaceta escribe que"en esta ciudad, donde las quimeras son siempre censuradas, en donde todos los proyectos caen a los pocos pasos", la obra que hoy se inaugura, nacida "allí donde solo había tierras de cultivo", es "tan grandiosa que solo puedo creerla originada por una voluntad tenaz e indomable".

Son las 4 de la tarde. La expectación es máxima. En la ciudad, casi no se habla de otra cosa. La gente se agolpa a las puertas del nuevo recinto, ubicado entre el Paseo de Asuncionistas y el antiguo camino de La Laguna, también llamado San Sebastián por la ermita que, durante siglos, despedía a los viajeros que se internaban en la isla, rumbo a la antigua capital.

La fecha, seguramente, no se ha escogido al azar. Es Santiago Apóstol, patrón de las Españas, y es, a la vez, un día grande para la ciudad. Ha pasado más de un siglo y un cuarto, pero nadie se olvida de la efeméride. Un día como hoy, en el ya lejano 1797, se consumó la derrota de la escuadra británica del Almirante Horatio Nelson en su intento de asalto a la isla: la tercera cabeza de león que adorna el escudo de la muy leal, noble e invicta villa que, desde aquel día, se llama oficialmente "Santa Cruz de Santiago de Tenerife".

Hoy se va a librar una batalla algo más peregrina. Pero los soldados no portan arcabuces, y visten pantalón corto. A su vez, el vuelo de las balas de cañón es sustituido por el de la espectacular bandada de palomas que cierra la oportuna bendición, del Arcipreste Herraiz Malo, sobrevolando el Stadium. La gente aplaude a los 22 bregadores, que intercambian ramos de flores. Se enfrentan el Marino de Las Palmas y el anfitrión: el Club Deportivo Tenerife. Máxima rivalidad: son tiempos de "pleito insular". Dentro de apenas dos años se va a consumar la división de Canarias en dos provincias. Entre la muchedumbre no solo hay santacruceros: presenciarán el espectáculo "forasteros llegados desde todos los pueblos de la isla", e, incluso, visitantes llegados desde Gran Canaria.

Image

La escuadra tinerfeña sale con Baudet en la portería; Bello y Cabrera en la defensa; Barroso, Cárdenes y Hardisson en el centro del campo; y Elías, Torres, Pascual, Arocha y Pérez en la delantera. La grancanaria salta con Brito en la portería; Piri y González en la defensa; Guerra, Rivas y Rodríguez en el medio; y Pita, Perdomo, Teodosio, Morales y Andrés Pérez en la delantera. Ambos con un 2-3-5 de manual.

Pero aun con tanto delantero, el partido resulta una auténtica castaña. La afición se aburre y no sale satisfecha, pese a la victoria de los blanquiazules por 2-1. Los visitantes juegan mejor, y solo la habilidad de Baudet en la portería, que se luce con algunas paradas de antología, impide la derrota del Tenerife. El redactor de La Gaceta se queja, apesadumbrado, de no encontrar en su libreta nada interesante que reseñar para la crónica. A continuación, escribe:

"Sin ningún género de dudas, el partido de ayer no mereció el honor de haber sido el primero que se celebrase en el magnífico campo de deportes"

La sufrida afición tinerfeñista está acostumbrada a salir de su campo disgustada. Pero, afortunadamente, los ya 92 (para 93) años de vida de nuestro querido "Stadium" han dado para muchos encuentros a la altura...