El Sevilla ‘revienta’ Miraflores

Luis Padilla nos recuerda este martes, el día en el que el conjunto hispalense llenó el estadio de Miraflores

Guardar

Featured Image 16031
Featured Image 16031

En 1924, el fútbol estaba en pañales. Pero el Sevilla FC ya era mayor de edad. Había ganado siete ediciones del campeonato regional andaluz y se  dejaba ver en la Copa del Rey, donde había sido semifinalista en dos  ocasiones. Esa temporada había caído un poco antes, en cuartos de final.  Pero fue ante el Real Unión de Irún de monstruos como Gamborena o René  Petit, un equipo que en la final se impuso al Real Madrid. Además, el equipo andaluz tenía una delantera de lujo, la conocida como 'línea del miedo': Escobar, Spencer, Kinké, León y Brand. La anunciada visita a Tenerife generó gran expectación en la Isla y se vendieron miles de abonos para los tres partidos anunciados, “muchos de ellos a mujeres y forasteros”. Y el atractivo del conjunto hispalense creció cuando se supo que había terminado invicto su agotadora gira por Gran Canaria tras enfrentarse a Santa Catalina, Marino (dos veces), Gran Canaria y Real Victoria. Fue entonces cuando en la sede del Tenerife se recibió un telegrama del responsable de la expedición sevillista en el que se anunciaba la cancelación del desplazamiento. Y sin especificar motivos.

El presidente del Tenerife, Muñoz Pruneda, viajó en barco a Gran Canaria y salvó la gira... aunque reducida a dos partidos. Además, tras alguna mala experiencia sufrida en Gran Canaria, el Tenerife aceptó como árbitro al mánager del equipo andaluz, el ex futbolista Ángel Villagrán. Y el 28 de agosto de 1924, el Sevilla se presentó en el viejo campo de la calle Miraflores, junto al barranco de Santos, con todas sus figuras. Aquel jueves no cabía un alfiler en el viejo recinto. Lo cuenta Pérez Minik en 'Gaceta de Tenerife': “Lleno de gente el graderío de nuestro campo de fútbol, que en su pequeñez es insuficiente para recibir el formidable peso que se le viene encima. Las maderas crujen, implorando una caritativa ayuda: ¡Nosotras no estamos acostumbradas a estos lances!, parecen decir. Pero el público, sordo a esta imploración, sigue subiendo y trepando, molestando a otro público ya acomodado, para bien acomodarse él…”. Y más allá de sus adornos literarios, también apunta que el Tenerife vistió esa tarde de rojo “para respetar la blanca indumentaria del rival”, costumbre muy extendida en la época como deferencia al visitante.

Image

Vista aérea del estadio Miraflores

Baudet; Bello, Arocha; Castellano, Cárdenes, Barroso; Torres, Ramos, Raúl Molowny, Graciliano Luis y Pérez formaron el once esa tarde 'rojo' y Raúl Molowny, a pase de Graciliano Luis, fue el encargado de adelantar los locales. Pero el Sevilla remontó antes del descanso con un cabezazo de Spencer, tras un córner botado por Brand, así como con un gol de León. En la reanudación, Raúl Molowny empató al cabecear un córner ejecutado por Graciliano Luis, quien hizo el 3-2 con un fortísimo disparo a pase de Ramos. Pero entonces se lesionó Raúl Molowny, que fue sustituido por Gáspar Núñez. Y el Sevilla aprovechó el descontrol: se impuso 3-4 con dos goles del internacional Spencer en los minutos finales. Tres días después, ambos equipos empataron a cero tras una exhibición de Baudet. Un año más tarde se repitió visita y el Sevilla por fin cayó (2-0) en la Isla. Pero ya fue en el nuevo Stadium.