El Tenerife cambia de apellidos

Luis Padilla nos recuerda este miércoles, el día en el que la entidad insular cambió su nombre al de 'Deportivo Tenerife'

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El 8 de agosto de 1922, en el Centro de Dependientes de Santa Cruz y como continuidad de la reunión sostenida dos días antes, se constituyó la nueva junta directiva del Tenerife Sporting Club, que españolizaba su nombre (Tenerife Deportivo Club), según costumbre de una época nacional-españolista que, meses más tarde, desembocaría en la dictadura de Miguel Primo de Rivera. La entidad tinerfeña marcó así la pauta que siguió semanas después su homónimo y eterno rival grancanario, el Sporting Club Victoria, fundado en 1910 por Pepe Gonçalvez y que desde 1923 se denomina Real Victoria... aunque en 2010 celebró su centenario.

Al frente del Sporting, que pasó a ser conocido como “el Deportivo Tenerife” o simplemente “el Deportivo”, seguía Mario García Cames como presidente y mantenía también a los dos principales directivos de la década anterior: Juan Labory (secretario) y Julio Fernández del Castillo (tesorero). En la prensa de la época causa “general entusiasmo” la continuidad en el cargo del cónsul de Uruguay, Mario García Cames, quien “ya ha dado sobradas muestras de competencia al frente del Tenerife Sporting Club”. De su “provechosa iniciativa” se espera que pueda lograr “el renacimiento de los deportes en Tenerife” y en especial “del football”.
En todo caso, las dificultades económicas que atravesaba el Sporting aconsejaron a Juan Labory llevarse los trofeos a su casa y ocultarlos bajo la cama, “para evitar que fueran embargados, peligro que se corría por ser la mayoría de ellos de plata de ley”.

De esta forma, “los galardones conquistados en buena lid” escaparon de “las garras de los acreedores” y con el tiempo se quedaron en la sede social del 'nuevo' Tenerife, hasta que un incendio destruyó no sólo los trofeos sino también la historia de la entidad. Mientras, en la plantilla no hubo cambios significativos de cara a la nueva temporada y el 1 de octubre se presentó en sociedad con un amistoso ante el equipo suplente.

Los titulares formaron con: Hérnández (que sustituyó en el último momento al anunciado Baudet); Cabrera, Rodríguez Bello; Renshaw, Cárdenes, Francisco Martín; Fernández del Castillo, Croissier, Madan, Raúl Molowny y Graciliano Luis. Más de la mitad de estos jugadores habían jugado con el Sporting Tenerife cinco meses antes, con poco éxito, contra el Nacional de Funchal. Y en su presentación fueron derrotados (1-0) por los suplentes con gol de Padrón Silvera, otro habitual en el Sporting. Una semana después, ya con Baudet en la puerta, los titulares se tomaron la revancha y ganaron 3-1 con un gol de Raúl Molowny y dos de Fernández del Castillo.

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Directiva de la entidad blanquiazul en el año 1922

Casi medio siglo después, mientras militó en Tercera División, la entidad blanquiazul sufrió un nuevo cambio de nombre y el club se denominó Tenerife Atlético. Recuperada la categoría de plata, retomó también los apellidos Club Deportivo. Y en los años noventa se le añadió la coletilla Sociedad Anónima Deportiva. Pero desde 1912, el Tenerife ha sido siempre el mismo equipo. Y ha sido también un mismo sentimiento. Aunque en 2012 –mientras estaba en Segunda División B– no quisiera celebrar su centenario y dentro de cuatro años es posible que festeje, por todo lo alto, el centenario de un simple cambio de nombre.