El Tenerife sufre el ‘virus FIFA’

Luis Padilla nos recuerda este martes, la época en la que el conjunto blanquiazul sufría pérdidas importantes de jugadores durante los parones por selecciones

Guardar

Featured Image 16289
Featured Image 16289

Luis Padilla nos cuenta, para el medio digital Atlántico Hoy, la influencia de los partidos de selecciones en medio de las temporadas. Ahora parece ciencia ficción, pero hubo un tiempo en el que el Tenerife sufría por cada parón de selecciones nacionales. Y aquello no era noticia, sino el pan nuestro de cada día. El Barça de Valverde, el Madrid de Lopetegui y hasta el Atlético de Simeone son los conjuntos que sufren en la actualidad el 'virus FIFA', la emigración masiva de futbolistas con sus selecciones, lo que obliga a los gigantes del fútbol español y mundial a entrenar sólo con media docena de jugadores del primer equipo. Pero hace dos décadas, el Tenerife también sufría el 'virus FIFA'. Y no se trataba de perder a Chilunda mientras se va con Tanzania y a Acosta si es convocado por Honduras... sino en quedarse sin medio equipo.

Y si esta 'enfermedad' se unía con un par de lesiones, se quedaba sin jugadores para organizar un entrenamiento más o menos intenso. De jugar un partido, ni hablamos.

Pero aquel mes de septiembre había que disputar un encuentro. Y no un amistoso o un intrascendente choque de Copa del Rey. Era un compromiso de Primera División. A lo largo del mundo, las selecciones nacionales de todos los países tenían sus citas respectivas en busca de una plaza para el Mundial de Francia 98. Pero en España había jornada de Liga. No jugaba 'la Roja', que descansaba en ese parón y ya casi tenía asegurado el pase, pero el calendario y una liga de 22 equipos en Primera División obligaba a competir ese fin de semana.

Con 42 jornadas, no se podía parar si se quería llegar a tiempo de acabar la competición. Al Tenerife, en concreto, le correspondía visitar al Sporting en El Molinón y Víctor Fernández, entrenador blanquiazul, hizo cuentas el jueves 4 de septiembre de 1997 y vio que no podía sacar un once competitivo en Gijón. Sólo disponía de siete jugadores de campo y tres guardametas. Y Andersson, Ojeda y Unzúe no eran precisamente unos virtuosos con el balón en los pies como para desplazar a dos de ellos fuera de la portería. Las bajas que dejaba el 'virus FIFA' eran notorias: Jokanovic estaba con Yugoslavia; Kodro, con Bosnia; Pablo Paz, con Argentina; Slovak, con Eslovaquia; Domingos, con Portugal; y Makaay, con Holanda sub 21.

Eso sí, los dos últimos jugaban el sábado y podrían llegar a tiempo a El Molinón. Y el capítulo de lesionados también era extenso: Vierklau (que no había sido citado por Holanda por ese motivo), Alexis Suárez, André Luiz, Neuville, Julio Llorente y Pavel Hapal, quien nunca se recuperó de sus molestias en la rodilla. En total, doce bajas. Por ello, el club se planteó pedir la suspensión del choque, pero la Liga de Fútbol Profesional le invitó a que no formalizara la petición. Y a Víctor Fernández no le quedó más remedio que inventarse un once tras recuperar a los tocados Dani y Antonio Mata… y lograr que Makaay y Domingos llegaran a Gijón un par de horas antes del partido, aunque el portugués no eswtaba para muchos esfuerzos.

Image

Formación del CD Tenerife, durante el año 1997

El Tenerife, con un extraño 1-1-3-3-1, formó esa tarde con: Andersson; Moisés Álvarez, Antonio Mata, Ballesteros; Chano, Vivar Dorado, Felipe (Dani, 69’); Pinilla (Benito, 88’), Robaina, Juanele; y Makaay (Domingos, 64’). Y contra pronóstico, se impuso con solvencia (0-2) y con goles de Pinilla (5’) y Chano (53’). Y a dos minutos del final, el técnico se permitió el lujo de hacer debutar a Benito Domínguez, un pibe de 17 años.