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“En nuestro interior llevamos humor por donde sólo debería haber tuétano”

EN PRIMERA PERSONA | Paco Efegé reconoce que cada componente de El Supositorio es muy diferente respecto a los otros cuatro miembros... el humor es su lugar en común.

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Paco Efegé reconoce que cada componente de El Supositorio es muy diferente respecto a los otros cuatro miembros… y sobre todas las cosas, el punto de unión es la vertiente cómica de cada uno de ellos. “En eso somos almas afines, compartimos el mismo duende”. Juntos llevan ya más de 15 años protagonizando algunos de los momentos más divertidos del mundo del humor en las Islas Canarias.


- El humor para usted es…
-  Una fórmula sensata y comprensiva de vincularse uno a esa realidad compartida que llamamos “vida” en ese espacio común que conocemos por “mundo”. ¿Quedó fino eso? Es que a mí como me hagas una entrevista en serio me aflora la vena petulante, te aviso.

- ¿Hay algo sobre lo que nunca harían humor?
- ¿Sobre el lomo de un tigre hambriento te vale por respuesta? Vale, entiendo que no. ¿Y un león?

- ¿Deben haber límites en libertad expresión, como el polémico casi de Dani Mateo sonándose en la bandera?
- ¿Cómorrrr? Mire, he tenido el honor de nacer en un país donde los humoristas que nos precedieron eran en muchos casos auténticos héroes, que se las ingeniaban para ejercer su noble oficio  sorteando cositas muy malas, como la censura y la represión. Ya sólo sea por respeto a toda esa gente, y por la puñetera gracia que a buen seguro les haría esa pregunta, déjeme recordarle al hilo de su ejemplo que en la esfera privada, y en tales casos, no hay mejor límite a la expresión de los demás que el que nos brinda el mando del televisor, y a un solo toque de botón. Y ya puestos, déjeme expresar un anhelo en alto: ojalá hubiéramos aprendido de los espectadores de la antigua  Grecia a apedrear al malvado y no al bufón.

- ¿En qué grado el humor también puede ser político?
- Hay mucha pregunta capciosa en esta entrevista, o eso o es que voy a tener que volver a  terapia a que me maten un par de fantasmas, y de paso comprobar qué tal voy con mi trastorno     paranoide. Ahora en serio: creo que lo verdaderamente relevante de esta cuestión es si se va a poder o no hacer humor político de aquí a un futuro próximo. Personalmente y aunque lamentándolo mucho  creo que te diría lo que cualquier personaje de “Juego de Tronos”: se acerca el invierno.


- ¿Qué recuerdan de su primera actuación como El Supositorio?
- Pues dos gratas sorpresas: la primera la que nos llevamos al ver la respuesta de un público que     acudió a nuestra convocatoria más por curiosidad que por conocer nuestra propuesta (éramos prácticamente unos desconocidos), y la  sensación posterior de no haber defraudado a nadie esa  noche; la segunda, cuando al final del show y de entre el público asistente se nos acercó un par de almas amigas  que, cual hadas madrinas, se presentaron como trabajadores de una productora de TV. Querían saber si éramos capaces de escribir un programa piloto “de lo que quisiéramos, pero que fuera de humor”. Así nació “Chigüesque TV”. 

- ¿Cuál es el peor momento que hayan pasado sobre un espectáculo?
- La primera vez que actuamos en Santa Cruz de La Palma fue el 11 de julio de 2010, con motivo de las Fiestas lustrales de la bajada de La Virgen, lo que para nosotros era un auténtico honor. El problema es que, cosas del fútbol, ese día España y Holanda disputaban la final del Mundial de Sudáfrica, con el resultado que espero todos recordemos. La gente se había congregado en el  recinto portuario a ver el partido en una pantalla gigante, instalada encima del escenario donde     posteriormente actuábamos, y mientras tanto nosotros aguardando en el hotel a que nos recogieran después del encuentro. Nos agolpamos en una de las pequeñas habitaciones a intuir lo que ocurría sobre el césped, pues otra cosa no logramos hacer con aquel viejo televisor  de imagen más deformada que la defensa de mi coche. Y ganó España. Y vinieron a buscarnos. Y nosotros con el subidón queriendo llegar y darlo todo ante ese público que ya andaba sobrado de alegrías. Y te juro que un kilómetro antes de llegar a nuestro destino ya se escuchaba el bullicio y la fiesta que allí     se había montado, concretamente...en la avenida paralela al puerto. Total, para nosotros no quedaba más que una docena de espectadores. Desde entonces vamos con Holanda. Y hasta aquí el primer capítulo de mis memorias.

- ¿Es exportable 100x100 el humor que se consume en las Islas?
- Depende cuánto de costumbrista y de autóctono tenga, como vaya muy engalanado de expresiones   y habla canaria no pilla el chiste ni el Tato. Luego están los lugares comunes que por supuesto existen en el humor. Cada sociedad tiene sus referentes, pero en el fondo te das cuenta que en muchísimos casos es el mismo perro con distinto collar. Un gomero es a un lepero lo que un lepero a un gomero. Recuerdo de chico un viaje en coche por la península donde, cada vez que nos parábamos en una gasolinera,  los gemelos montábamos en perreta para que nuestros padres compraran alguna cassette de “chistes de leperos”. Cuando al final conseguimos nuestro propósito     y enchufamos la cinta en el coche mi sorpresa fue mayúscula: saltaron uno detrás de otro los mismos chistes de la trillada cinta de “chistes de gomeros” que nos había acompañado la mitad del viaje. Aquello fue peor que descubrir quiénes eran los verdaderos reyes magos.

- ¿Cómo hace un humorista cuando tiene un mal día tiene que trabajar haciendo reír?
- Un vaso vino, un par de palmetadas en cada mejilla y pa´lante, hombre! Y si no, aguantas hasta que se abra el telón. Recibes las primeras carcajadas y se te curan todos los males, palabrita del niño     Jesús.


- ¿Cómo es el proceso de creación de un espectáculo del Supositorio? ¿Qué les inspira?
- Nos inspira principalmente el hecho de seguir estando vivos y juntos. Por más que somos muy diferentes cada uno de los cinco, si hay algo que tenemos en común por encima de todas las cosas es que en nuestro interior llevamos humor por donde sólo debería haber tuétano. En eso somos almas afines, compartimos el mismo duende, dicho lo cual podemos llegar a la sorprendente conclusión de que creamos cada uno de nuestros espectáculos por simple arte de magia. Tan-ta-ta-chááááán!!!

- ¿Existe machismo en la escena del humor?
- Ñóh, menuda pedrada te guardaste pal final, compañero! Claro que existe, siempre ha sido así, solo que es ahora cuando forma parte del debate moral de nuestra sociedad si un cómico debe o no reflejar esa realidad, creo que esa es la principal diferencia con respecto a épocas pasadas. Yo lo único que quisiera agregar al respecto es que, puestos a debatir, lo hagamos con la necesaria madurez y asertividad, y sin voluntad torticera ni juicios sumarísimos. Un ejemplo: hubo alguien que me aseguró no haber visto ni una sola película de Pajares y Esteso por ser claro ejemplo de un cine muy machista, por más que se tenía a sí mismo como un apasionado del humor. Para mí es como un florista que no hace ramos porque no quiere pincharse con las espinas, aún teniendo veinte pares de guantes en el cajón.