Herrera impide el triunfo del Tenerife

Sergio Herrera evitó la derrota de Osasuna en el Heliodoro. Detuvo un penalti a Malbasic y firmó media docena de intervenciones de mérito en un partido en el que el Tenerife fue mejor y mereció más, pero careció de acierto. La igualada no dejó contento a nadie. El grupo de Martí firmó su cuarto empate seguido y los navarros perdieron el liderato.

El portero visitante detiene un penalti a Malbasic y evita la derrota navarra

En un partido de mucha riqueza táctica, ambos equipos apostaron por un 4-4-2, que en el equipo local hizo jugar a un mediocentro como Acosta por la derecha. Osasuna no estuvo cómodo en la primera parte y el Tenerife, más acertado en la presión que preciso en el pase, tuvo la iniciativa, el control del partido y las ocasiones de gol.

La más clara, al filo de la media hora, incluyó cuatro remates de Juan Carlos, Malbasic, Acosta y Longo, pero no fue gol. Aridane salvó bajo palos. Antes, Juan Carlos (4') exigió a Sergio Herrera y a Acosta se le fue fuera un cabezazo por poco. Y ya al filo del descanso, Longo rozó el gol tras un control con giro y remate al borde del área.

Osasuna no le perdió la cara al partido. Con Arzuza como factor corrector, se apoyó en la solidez de la pareja Aridane-Oier para no sufrir en exceso. Eso sí, apenas tuvo el balón y su único remate antes del descanso fue un tiro lejano, inocente y desviado de David (41'). Mérito de la presión local. En todo caso, muy poco para el líder de la categoría.

El intermedio invitaba a correcciones en los visitantes y Diego Martínez agitó a Osasuna con un paso atrás en la pizarra y un paso adelante en el césped. Introdujo a Unai García por Mateo para cerrar con cinco defensas, pero con una presión más agresiva en mediocampo y De las Cuevas por detrás de la pareja David-Quique.

En su primera llegada tras el descanso, David marcó de cabeza al filo del fuera de juego. Lo pareció más en el campo que en la televisión y el árbitro optó por anular el tanto. Eso sí, el Tenerife ya estuvo más temeroso. Y también más incomodo e impreciso. Aunque pudo marcar antes de la hora de partido, tras un agarrón de Oier a Longo en el área.

Osasuna protestó el penalti y se ganó tres tarjetas, pero logró que se demorara el lanzamiento más de tres minutos y, llegado el momento, Malbasic tiró muy mal, a las manos de Sergio Herrera. Las quejas navarras enrarecieron el partido, que se tornó aspero, trabado, con algunas entradas duras y con poco control. Martínez lo leyó y dio cancha a Xisco.

Las ocasiones siguieron siendo locales, como un cabezazo de Longo (62') o un disparo cercano de Malbasic (68'), ambos detenidos por Herrera, pero Osasuna daba sensación de estar mejor plantado, dispuesto a tener una ocasión y matar el partido. Pero sus jugadores no debieron verlo así, porque se olvidaron de jugar y priorizaron perder tiempo.

Agotado por el esfuerzo copero, el Tenerife lo intentó hasta el final, pero con pocas fuerzas y menos acierto. Un remate mordido de Villar (79') y una cabezazo de Carlos Ruiz (83') fueron sus últimas opciones locales, pero Herrera, soberbio toda la noche, no falló.